En el marco del Día de las Madres, las diputadas Ana Teresa Aranda Orozco y Mónica Silva Ruíz, y la secretaria municipal Karina Romero Alcalá, exponen cómo ejercen su maternidad, a la par de trabajar para ser ejemplo de sus hijos y contribuir a una mejor sociedad en Puebla.
Familia, la prioridad para Ana Teresa Aranda
“Siempre tuve en claro que si en algún momento podría perder a mi familia, dejaba la política”, señaló la diputada federal de Acción Nacional (PAN), Ana Teresa Aranda Orozco, quien se calificó como una “mamá equilibrista”.
En el marco del Día de las Madres, Ana Teresa Aranda compartió con MILENIO Puebla cómo ha sido su etapa de mamá y su trabajo político, ya que vivió en la Ciudad de México de lunes a viernes por nueve años.
“Soy una madre de seis hijos, un varón y cinco mujeres. Siempre he estado en la política, incluso desde antes de casarme y sabía que tenía una vocación”, dijo. La legisladora indicó que al decidir continuar con su carrera política, llegó a acuerdos con su esposo Luis Orea, a quién desde el principio le comentó que necesitaba apoyo y entendimiento, y lo hubo: “Siempre iba negociando, por lo que soy una mamá equilibrista”.
Para Aranda Orozco, sus hijos siempre han sido su motor para hacer de México y Puebla un mejor lugar, y no solo para ellos, sino para todos los hijos de las mujeres, por lo que no estaba en sus planes descuidar a su familia, por lo que combinó ambos roles. Además, la albiazul que también tiene 21 nietos (dos de ellos, señala, son unos “angelitos”).
Abundó que al tener un trabajo complicado donde de lunes a viernes estaba en la Ciudad de México, y los fines de semana llegaba a casa a ver a su familia, redujo en lo posible sus eventos sociales: “Cuando se tiene una convicción clara de la familia, se puede tener una familia, y una carrera política y profesional”.
No obstante, Aranda Orozco agradeció el apoyo y comprensión que en todo momento tuvo y tiene de sus hijos, con quienes los fines de semana se ponía a platicar y todos realizaban las actividades planeadas.
“Cuando regresé del gobierno federal siempre supe que lo que quería era el abrazo de los míos y después de nueve años de estar de lunes a viernes en (Ciudad de) México, quería el abrazo de mis hijos, de mi familia. Hoy tengo 19 nietos, la más grande de 20 años y la más pequeña de cuatro años, por lo que ahora tengo más abrazos, y más apoyo de mi familia”, finalizó.
Ahora entiendo a mi mamá: Karina Alcalá
Para la titular de Igualdad de Género en Puebla capital, Karina Romero Alcalá, el ser la mamá de Constanza le ha cambiado la vida, por lo que trata de disfrutar cada día el crecimiento de su pequeña y estar siempre presente en todas sus ocurrencias.
Si bien expone que el trabajar y tener la responsabilidad de ser mamá no es una tarea fácil, ella no pierde un día para comer con su hija y en las noches después de trabajar, pues llega a casa y juega con ella, al menos, una hora.
En entrevista con MILENIO Puebla, reconoció que ahora entiende a su mamá, la diputada federal Blanca Alcalá Ruiz, cuando alguna vez llegó tarde a recogerla: “Cuando de repente, efectivamente, no te da tiempo o no te puedes organizar para ser las tareas que de repente los hijos exigen. Al final solo tengo una hija, pero creo que lo que se ve en ti mamá es lo que se replica todos los días. Estaba platicando de ese tema: tenemos una tarea importante con los niños, no solo educarlos con valores, también es darle un constante ejemplo, que me vea reflejada como una mamá trabajadora, pero también inculcándole valores, mucha educación, que sea gentil y ayude a los demás, que sea una buena niña al final”, apuntó.
Romero Alcalá reconoce que es una “niña chiquita”, por lo que siempre es cómplice de las actividades que quiere hacer Constanza: “Me subo a la resbaladilla, me pongo los patines, jugamos mucho. Bailamos, vemos las películas que le gustan, cantamos. ¿Sabes? A ella le gusta mucho el deporte, la gimnasia, la natación, entonces ahí estoy siempre apoyándola”.
Reveló que si bien tiene mucho trabajo, siempre come con su pequeña por las tardes, mientras que en las noches juegan un rato y después le lee un cuento: “Trato de dividirme, al final son momentos que se deben de aprovechar y pues como mamá trato de comer todos los días con ella por la tarde y en la noche, una hora para jugar. Soy una niña y me subo a la resbaladilla, me pongo patines, al rato la llevaré a ver a los Pica Pica que vienen a la Feria de Puebla”.
Recordó que cuando su hija era una bebé y ella regidora, la acompañaba a las sesiones de Cabildo, pues insistió que siempre estará en todos los momentos con su hija: “Es mi mayor regalo tras los días de trabajo. La seguiré disfrutando porque al final la vida pasa volando, y crecen tan rápidos”.
Por último, destacó que trabaja al frente de Igualdad de Género para que las mujeres salgan adelante y se empoderen, mientras que aquellas que están en círculos de violencia puedan salir y recibir ayuda.
“Que vea mi hija cómo lucho por tener una sociedad más igualitaria. Cuando las mujeres entendamos que ayudarnos entre nosotras, trabajar en equipo y aplaudirle a la de frente un éxito ese día seremos una mejor sociedad”.
Ser mamá cambió mi vida en 180 grados: Mónica Silva
“Convertirme en mamá cambió mi vida 180 grados”, señala la diputada local Mónica Silva Ruíz, quien reconoció que el proceso de ser la mamá de María fue complicado, toda vez que sufrió depresión preparto y posparto, sin embargo, logró salir adelante con el apoyo de su esposo, familia y organizaciones de mujeres.
La ex funcionaria estatal dejó en claro que la maternidad ha sido una revolución en todos los aspectos. Su pequeña María, de tres años y medio, es su maestra en la vida, a quien más quiere: “Le pido a la vida la oportunidad de caminar a su lado de la mano, de darle aprendizaje, y todas las herramientas cuando sea su turno de caminar sola, que no pase ningún sufrimiento posible y si es así, sepa que mamá está siempre ahí”.
La legisladora compartió cómo fue su proceso y reconoció que su maternidad no era esperada: “Tuve que asimilar la decisión de seguir adelante con los diversos cambios que genera en una mujer empezar a dar vida, además sobre todo la responsabilidad que implica tener un hijo”.
“Tuve en el embarazo una depresión pre parto. El asimilarlo fue una carga muy fuerte. Disfruto mucho trabajar, me encanta mi faceta como mujer profesional y llegó la faceta de mamá, la cual tenía que ir combinando, situación que no supe manejar al inicio y entré en depresión. El tema del embarazo se combina con algo maravilloso, que ser madre es sinónimo de felicidad, pero también es un proceso muy complejo, porque vas aceptando los cambios en tu cuerpo, hormonales. Es una odisea que tienes que ir compaginando con tu pareja, tus seres queridos, tu trabajo y contigo mismo. Un reto de nueve meses que una va sorteando”, dijo.
Tras nacer María, el susto se duplicó y sufrió también depresión posparto, por lo que fueron de mucha ayuda las redes de mujeres que la acompañaron en esta etapa, ya que muchas se enfrentan a ello, por lo que poco a poco lo superó y ahora disfruta de esta faceta.
“La maternidad es una revolución en todos los aspectos. María es mi mayor maestra en la vida. La disfrutó en todo momento y ella disfruta también, ella es mi ejemplo, mi compañera, mi orgullo, a la persona que más amo”.
Si bien sigue con su etapa profesional es diputada local, detalla que antes de salir a trabajar se encarga de vestir, peinar y desayunar con María, así como ir a dejarla al colegio, además que los fines de semana son los espacios donde disfruta de su familia.
“María sabe que mamá tiene dos trabajos, el Congreso y la radio, incluso yo regresé a trabajar después de los 10 días de que María nació, por lo que ella ha ido creciendo en las áreas de lactancia de mi trabajo”, expone.
Por último, la diputada consideró de suma importancia que se trabaje en los temas de la maternidad, pues hay acciones que se deben de redistribuir con la pareja para que las mujeres tengan su propio tiempo: “Que una sea una mamá con sueños, aspiraciones, que tengamos derecho a descansar, a divertirse, es un gran reto”.
AFM