La escritura y voz de Vivir Quintana fueron reproducidas en cada rincón de México. Y con“Canción sin miedo” configuró, sin que ella misma lo pensara, un himno de lucha para millones de feministas latinoamericanas que tomaron las calles el 8 de marzo (8M) de 2020. Al ser entonada masivamente, las mujeres demostraban la oposición franca ante el desastre social que se traduce en violencia de género, acoso en las calles, violaciones sexuales y feminicidios, es decir, la violencia en el propio hogar.
Esta cantautora originaria de Francisco I. Madero, Coahuila, a más de un año de confinamiento por la pandemia, anunció que vuelve a los escenarios para continuar la lucha, misma que ha dado frutos musicales al realizar un dueto con la vocalista de Aterciopelados, Andrea Echeverrí, a quien se unió artísticamente para pugnar por la libertad que deben gozar las mujeres para transitar sin ser agredidas o violadas.
En entrevista con MILENIO, Quintana habló del impacto que tuvo en su vida 'Vivir sin miedo' y en las de sus compañeras, como llama a las mexicanas que buscan erradicar la violencia de género, y adelantó sobre el lanzamiento de una canción en conmemoración al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Además de ser cantante y autora, Vivir Quintana compartió su trayecto como activista, que abarca desde informarse sobre los derechos de las mujeres, hasta cantar a colectivas de madres de víctimas de feminicidio o de desaparición.
Ya se reactivaron las agendas y has de tener muchísimo trabajo.
Pues mira, este 25 sacamos una canción antiviolación, se llama 'Ovarios', la saco con Aterciopelados, es una colaboración con la banda y Andrea Echeverri, va a estar muy emocionante porque grabamos vídeo y todo, estuve con ellos y estoy muy contenta porque por medio de la música se pueden hacer cosas increíbles.
Una es el cantar con una de tus bandas favoritas, Aterciopelados, y por otro lado es el estar accionando actividades conmemorativas para estos días, entonces, también voy a dar unas pláticas para la Universidad de Guanajuato, voy a cantar el 25, creo que en Tlalpan para hacer un llamado para las compañeras. Vamos a estar accionando trabajos para las sentencias históricas para algunas compañeras que están logrando que se les den sentencia a sus agresores, a sus abusadores o que han tenido tentativa de feminicidio.
Tal vez vayamos a tocar a Chile para finales de año. En Torreón creo que voy a cantar el 14 de diciembre, todavía no lo tengo claro pero creo que estaré pronto por la Laguna.
Contigo, con tu canto, se dio un andar de mujeres a escala nacional sin precedente, y de pronto te convertiste en la voz de un movimiento de género.
Sí.
¿Qué pasó después? Aparte de la lección que dieron, llegó la pandemia y muchos tuvimos que trabajar en casa, recuerdo que me dijiste que así lo estabas haciendo tú también, pero los proyectos no se detienen.
Fíjate que yo lo veo y lo agradezco, porque no tengo la realidad de otras compañeras que tienen que ir a trabajar fuera de sus casas, porque los primeros días de la pandemia yo sí estuve confinada y a pesar de tenía trabajo, seguí trabajando en línea pero sé que muchas compañeras no tuvieron la misma oportunidad entonces la pandemia también, a la mujeres nos puso en realidades muy distintas y creo que en México una de las realidades más fuertes que tenemos es la violencia de género, que no tiene como diferencia social, es verdad que hay grupos a los que vulnera más pero creo que están los violentadores o quien violenta a las compañeras por todos lados, pero también la pandemia nos hizo darnos cuenta que tenemos diferentes realidades cada una, entonces creo que nos abrió un poco a la oportunidad de tener empatía hacia las demás, aceptar que yo tengo unos privilegios que las demás no tienen.
El M8 generó un revuelo pero la pandemia paralizó no sólo al continente sino al mundo. Vivir Quintana, al iniciar el confinamiento dijo que el virus crearía un momento de introspección. Y como cantautora y lectora voraz, se la pasó creando.
En el tiempo de la pandemia comenzó a hacer música para cine. En ese contexto de independencia, creación, movilidad social y exposición en medios, afirma, supo que sus privilegios son mayores a los de cualquier mujer de clase baja o clase media.
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Yo tengo unos privilegios que las demás no tienen, por ejemplo yo tengo el privilegio de la visibilidad que me ha dado Canción sin miedo y esta exposición también es un privilegio. Esa visibilidad es la que hay que aprovechar para hablar de estos temas importantes, porque de qué sirve tener un micrófono enfrente, o el tener como mucha gente escuchándote si no comunicamos algo importante, necesario, más si te sigue mucha gente.
Canción sin miedo ya va para dos años, en marzo cumple dos años y me ha enseñando lo que no tienes una idea. Yo estaba metida en el tema de la violencia de género, el feminismo, pero a raíz de Canción sin miedo he tenido que aprender muchísimo, he investigado mucho pero sobre todo quienes más me han enseñado son las compañeras que me mandan sus casos o he ido a tocar a infinidad de lugares como las cárceles, con compañeras que están privadas de su libertad.
Vivir Quintana también ha visitado las fiscalías y oficinas orientadas a la búsqueda de personas desaparecidas, también ha tocado para colectivas de madres que buscan a sus hijas. El estar en tantos sitios le ha dado aprendizaje porque sabe que las madres buscadoras o que exigen justicia ante los feminicidios, se han vuelto expertas en leyes al investigar lo que omiten los ministerios públicos.
En la pandemia lo que no ha descansado es la violencia de género pero tampoco ha descansado quien esté luchando para erradicarla y eso me hace tener un poco de esperanza porque en estos temas y en este país es muy fácil perderla. Y a mí cuando me dicen que por la música han logrado defenderse o denunciar a sus agresores, para mí es muy importante, es una responsabilidad muy grande pero también he aprendido, es necesario estar ahí y tratar de entender otras realidades de otras compañeras.
Sgg