A mí no me enamoraban con canciones, pero sí con un vino francés: Jacqueline L’Hoist

Entrevista | Lado B

La activista está contra los estereotipos, pues asegura que no todas las feministas se divorcian; además considera que los 10 mandamientos de la Iglesia son la declaración universal de los derechos humanos.

“Nunca he estado en un partido, pero soy socialdemócrata”. (Especial)
Ciudad de México /

Feminista y buga aliada, después de su paso como presidenta del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de Ciudad de México, Jacqueline L’Hoist ha cambiado su derrotero a la iniciativa privada. Desde hace unos meses dirige en Televisión Azteca la Unidad de Género para atender, investigar y sancionar casos de violencia laboral. La figura es única en América Latina y en otras partes del mundo.

Los ataques que sufren las mujeres es ejercida la mayoría de las veces por hombres que son compañeros, amigos o parejas. L’Hoist afirma: “La violencia es una opción. Tú optas si quieres ser agresivo, no es como se nos quiere hacer creer, que está en la naturaleza de uno. Me parece que los hombres deben repensarse en este ejercicio de nuevas masculinidades y descubrir que la violencia no va acompañada de su virilidad; pueden ser muy hombres sin necesidad de ser agresivos”.

Enfatiza que los chistes misóginos deben salir del lenguaje porque, “es cierto, nos acosan, ya que históricamente nuestro cuerpo se ha cosificado y nos matan solo por ser mujeres”.

¿Cuál fue ese fracaso que la impulsó a no rendirse?

Descubrir que no todas las personas tienen acceso a los derechos humanos, ya que somos una sociedad racista y clasista.

¿En qué momento repara que el activismo es su camino?

Desde muy chica me formé en la teología de la liberación. Siempre estuve en la disidencia cuando era parte de la Iglesia católica. Me di cuenta de que los 10 mandamientos son la declaración universal de los derechos humanos.

¿Recuerda la primera vez que alzó la voz?

Sí, iba en segundo de secundaria en un colegio de monjas y llegó un nuevo maestro de matemáticas y empezó a gritar, estuvo a punto de aventarnos el borrador. Me sentí tan enojada que me paré y le grité que ¡cómo se atrevía! y fue su último día.

Seguramente en su casa la regañaban por su rebeldía…

No tanto. Mi papá era francés, después de que terminó la Segunda Guerra Mundial se vino a México y siempre fue de un pensamiento muy libre, le preocupaba más las calificaciones que la conducta.

¿Alguien la inspiró a ser así?

No, así fui desde chica, siempre echada para adelante. Me dicen ‘mi alma’ y ya estoy respondiendo. A mí no me gusta seguir a nadie, incluso a mis hijos les digo que yo no debo ser su ejemplo.

Ser mujer y no ser feminista es una contradicción hasta biológica, ¿comparte tal afirmación?

Entiendo el fondo, que ninguna mujer debe someterse a la humillación. De ahí viene la frase.

¿En México da miedo ser mujer?

No, de ninguna manera. Me preocupa que no podamos vivir sin miedo.

¿Cuál libro está leyendo en estos momentos?

Uno de Sandra Barneda que se llama Las hijas del agua.

Si escribiera un libro, ¿sobre qué sería?

De la diversidad sexual y género. Me parece que aún las personas no entienden y necesita ser explicado por alguien que no sea parte de la comunidad. Ser mujer heterosexual podría ayudar mucho a que otros lo entiendan.

¿Tiene algún meme favorito?

Uno que me hicieron los de la derecha, que iba a ser la candidata a la presidencia de Sodoma y Gomorra. Morí de risa.

Si le dijeran que afiliándose al PAN se acaba la violencia contra las mujeres, ¿lo haría?

Nunca he estado en ningún partido y no tengo nada en contra de la derecha o izquierda, me considero socialdemócrata. Aunque dudo mucho que los conservadores de esos partidos hiciera algo.

¿El patriarcado se va a caer?

Se tiene que caer, lo vamos a tirar.

¿Cómo la han enamorado?

Tengo 35 años de casada y parte de cómo me enamoré de él tenía que ver con la parte social, con la opción de trabajar por los demás. A mí no me enamoraban con canciones, pero sí con un buen vino francés.

¿Cuál es la receta para que un matrimonio dure 30 años?

No dejarse llevar por estereotipos. Algunos piensan que las feministas nos divorciamos y andamos de marido en marido o que no tenemos hijos. Yo soy la familia Kellogg’s: papá, mamá, dos hijos y un gato y soy bien socialdemócrata.

A quien le teme más, ¿a los policías o los políticos?

A los policías porque están armados y pueden ejercer el poder de manera equivocada.

¿Si fuera cuestionada, que diría “yo tengo otros datos” o “chu chu chu”?

Tal vez “yo tengo otros datos”.

  • José Luis Medina
  • jose.medina@milenio.com
  • Editor web de política. Egresado de la carrera de Comunicación y Periodismo en FES Aragón y estudiante de Derecho y Criminología en el IRC.

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