Admiten 4 de cada 10 violencia emocional y física en sus familias

Encuesta

Casi 30% de las personas consultadas reconoce ataques por razones económicas y 6.5% de índole sexual

Destacan las amenazas de daño físico, empujones violentos, cachetadas o golpes con mano abierta. (Archivo).
Fernando Damián y Elia Castillo
Ciudad de México /

Prácticamente por unanimidad (97.9 por ciento), mujeres y hombres afirman que al interior de las familias mexicanas existe violencia.

De hecho, cuatro de cada 10 admiten que personalmente o alguno de sus familiares han sufrido, al menos una vez, violencia física (41.9 por ciento) o psicoemocional (43.5 por ciento) en sus propios hogares.

Según los resultados de la encuesta Prevalencia de la violencia, acoso y hostigamiento, del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, tres de cada 10 personas consultadas (28.3 por ciento) señalan además casos de violencia económica en sus familias, aunque solo una minoría (6.5 por ciento) reconoce violencia sexual.

Adicionalmente, el riesgo de ser víctimas de la violencia, el acoso y el hostigamiento fuera de casa acotó los hábitos de los mexicanos, de acuerdo con el estudio.

A la pregunta “Durante los últimos 12 meses, ¿con cuánta frecuencia ha hecho lo siguiente para evitar ser atacada o atacado física o sexualmente?”, siete de cada 10 (70.4 por ciento) respondieron haber evitado lugares solitarios; 68.3 por ciento evadió ciertas rutas o calles; 45.5 por ciento se abstuvo de salir sola o solo del hogar, e incluso 38 por ciento rehuyó viajar en transporte público.

Entre las principales agresiones que los encuestados mencionaron haber sufrido en su vivienda, la vía pública o el ámbito laboral destacan las amenazas de daño físico, empujones violentos, cachetadas o golpes con mano abierta, golpes intencionales con objetos, golpes a puño cerrado o patadas, quemaduras intencionales, intentos de asfixia y hasta lesiones con armas blancas o de fuego.

En menor medida se enumeran las relaciones sexuales forzadas y la coerción para participar en encuentros sexuales en los que la víctima no deseaba formar parte.

El Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados aplicó su encuesta telefónica a 900 personas mayores de 18 años de edad y entre las interrogantes incluyó la de “en su opinión, ¿para quién es más difícil la vida, para los hombres o para las mujeres?”.

Poco más de la mitad (50.6 por ciento) afirmó que para las mujeres; 43.8 por ciento sostuvo que para ambos; 4.4 por ciento consideró que para los hombres, y el resto dijo no saber o evitó responder.

Por lo que hace al tema de golpear a menores de edad, la mitad de las personas consultadas (47.2 por ciento) señaló que “nunca se justifica”, mientras que tres de cada 10 (28.6 por ciento) lo estimó permisible “cuando es necesario corregirlos” y uno de cada 10 (9.9 por ciento) “si le falta al respeto”.

Al cuestionamiento de “cuando usted era niña(o), ¿su papá le llegó a pegar?”, prácticamente la mitad (48 por ciento) respondió “sí” y la otra mitad (47.1 por ciento) dijo “no”, en tanto 4.7 por ciento declaró “padre ausente”.

Los resultados variaron con la pregunta “cuando usted era niña(o), ¿su mamá le llegó a pegar?”: seis de cada 10 (59.9 por ciento) respondieron afirmativamente y casi cuatro de cada 10 (38.3 por ciento) lo hicieron en sentido negativo.

Tan solo 1.3 por ciento de los encuestados dijo que en su infancia padeció la ausencia de sus madres.

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