Las alianzas y grupos entre gobernadores no son tema nuevo en el estado, pues estas agrupaciones ya existían antes de que Jaime Rodríguez Calderón se asociara con sus homólogos de Coahuila y Tamaulipas y sentaran las bases para la Alianza Federalista.
Durante el mandato presidencial de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) se conformó el llamado Sindicato de Gobernadores, en el que estaban los mandatarios de estados priistas, entre ellos Veracruz, Aguascalientes, Tlaxcala, Tamaulipas y Nuevo León.
Hoy, los mandatarios se han reunido para hablar de temas de seguridad, recursos e incluso de la crisis que enfrentan debido al covid-19.
Aunque la seguridad ha sido uno de los principales argumentos, las cifras parecen no mejorar en estos 10 estados, pues al menos cuatro de los integrantes de la Alianza Federalista se ubican en el top 10 de homicidios dolosos.
La lista es encabezada por Guanajuato, con 2 mil 250 muertos; Chihuahua, en el tercer lugar nacional, con mil 657 homicidios dolosos; Michoacán, en el quinto sitio, que suma mil 291, y Jalisco, en el sexto puesto, que tiene mil 173 delitos de este tipo, hasta el 31 de agosto.
El origen
Fue el 10 de julio de 2019, cuando se empezó a escribir la nueva historia de alianzas entre mandatarios.
Esto debido al incremento de la inseguridad en el noreste de México, pues los gobernadores de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas firmaron un acuerdo para atender el problema de manera coordinada y sin restricciones geográficas.
Para el 19 de marzo del año 2020, el centro de atención de sus reuniones interestatales pasó al terreno de la Salud y crearon un frente anticovid-19.
Desde el cual insistieron en que se creara a nivel federal una bolsa extraordinaria para enfrentar la pandemia.
Luego, los gobernadores aseguraron que la Federación no les había apoyado con nada y apareció una frase que ha servido para mantener encendida la polémica y el discurso contra Andrés Manuel López Obrador: “Al señor Presidente de la República se le está mal informando o engañando”, pronunciada por Francisco Javier García Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas, en primera instancia.
No pasaron ni dos meses cuando el grupo creció a cinco mandatarios, al unirse los de Durango y Michoacán, subió a siete con la llegada de Jalisco y Colima, después Guanajuato, Chihuahua y Aguascalientes, y juntos los 10 crearon la llamada Alianza Federalista.
Y así, juntos, el 7 de septiembre anunciaron su salida en bloque de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), misma que se hizo efectiva el día 19 de ese mismo mes.
Este nuevo bloque que aprovechó la pandemia provocada por el SARS-CoV-2 para integrarse, compartir información, pedir la renuncia del subsecretario de Salud federal (Hugo López-Gatell), se convirtió en un frente político con diversidad de ideologías, que dirigió sus esfuerzos al tema económico, en general, y al pacto fiscal, en específico.
Los gobernadores exigieron la revisión del citado pacto y el Presidente fue enfático: “No habrá más recursos”; días después se anunció la propuesta del presupuesto federal de egresos para el 2021 y del dicho se pasó al hecho, al presentarse recortes considerables para estas entidades.
Posteriormente, los discursos en los estados subieron de tono y se presentaron en el acto los de una crítica directa al destino de los recursos para las obras presidenciales magnas y para criticar que no se les estaba entregando a las entidades lo que les correspondía.
“No les debemos nada, nada absolutamente”, ha recalcado López Obrador en varias ocasiones.
Del PAN, la mitad de los agremiados
Cinco de los 10 mandatarios que conforman la Alianza Federalista pertenecen a Acción Nacional; 2 al PRI, uno independiente, uno a Movimiento Ciudadano y uno al PRD.