La alianza Va por México, integrada por PAN, PRI y PRD, pone nervioso y le da “pica-pica” al presidente Andrés Manuel López Obrador, afirmó Héctor Yunes, vocero de la bancada priista en la Cámara de Diputados.
“La alianza Va por México no es un asunto personal. Me preocupa que, siendo un gran demócrata, el Presidente esté tan nervioso y tenga tanto ‘pica-pica’, como decimos en Veracruz, con este tema”, dijo.
Sostuvo que, más allá de las diferencias ideológicas o políticas entre los partidos que la integran, la alianza opositora significa la preservación del Estado mexicano.
“Esa es la razón por la que logramos llegar a un acuerdo; necesitamos un Estado fuerte, no un Presidente fuerte, pues eso quedó en el pasado, ya que en las condiciones actuales un presidente fuerte implica el debilitamiento de las instituciones, que es el origen de muchos de los problemas que vive el país”, remarcó.
El legislador subrayó la importancia de los contrapesos previstos por la Constitución y aseveró, en ese sentido, el papel fundamental de la Cámara de Diputados, más allá del partido que se encuentre en la Presidencia de la República.
Indicó que la conformación de la alianza es un triunfo de la política, pues se trata de una figura prevista en la ley electoral y que en uno u otro momento ha sido utilizada por todos los partidos, por lo que “no deben ver fantasmas donde no los hay”.
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En ese contexto, desestimó las afirmaciones del presidente López Obrador con respecto a que la alianza Va por México responde a una estrategia para controlar el presupuesto.
“Si realmente se desea acabar con la corrupción, pueden empezar con Pío y Felipa, y seguir con la CFE, el IMSS y transparentar tantas adjudicaciones directas, porque a pesar de que no dejan de hablar de corrupción en el pasado, no han sido capaces de lograr sentencia en un solo caso”, advirtió.
En representación de su bancada en el Palacio de San Lázaro, reprobó la cancelación o disminución de recursos públicos a programas que habían demostrado su efectividad, pues ahora el presupuesto no llega a los pobres ni a los desempleados, a los pequeños comercios, los campesinos, ni a las amas de casa, sino solo llega a quienes el gobierno federal ve como potenciales votantes.
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