A 51 años del movimiento estudiantil de 1968, MILENIO planteó dos preguntas a algunos representantes del Consejo Nacional de Huelga (CNH) que participaron en las protestas.
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¿Cuál es la deuda del estado mexicano por los hechos del 68? y ¿El gobierno y la democracia que hoy se tiene en México era la que querían los estudiantes de ese entonces?
Myrthokleia Adela González Gallardo. Maestra de ceremonias mitin de Tlatelolco 2 de octubre y estudiante de la Escuela Técnico Industrial Wilfrido Massieu del IPN
“La justicia no se ha hecho, la prisión de Luis Echeverría Álvarez… Tienen que decir la verdad, abrir los archivos militares. Los que están en el Archivo General de la Nación han quitado varias cosas ya no están como estaban al inicio…”.
José David Vega Becerra, orador en el balcón del Chihuahua el 2 de octubre ex integrante del CNH
A 51 años hay dos vías, pendientes. Una de ellas es la justicia; tenemos que seguir con el clamor de justicia. Qué bueno que el Movimiento Estudiantil de 1968 está reconocido en letras de oro en la Cámara de Diputados. Es un reconocimiento de carácter histórico fue el movimiento de una generación.
Considero que el encarcelamiento del presidente, Luís Echeverría, está fuera de lugar en las condiciones en que ahora está, tenemos que pasar a otra etapa. Si se sigue insistiendo en ello, nos generaría daño y significaría que no lo hemos superado.
¿El gobierno y la democracia que hoy se tiene en México era la que querían los estudiantes de ese entonces?
La segunda, el gobierno de hoy es totalmente diferente al padecido por muchos años, éste fue producto de una sublevación cívica.
Felipe Galván, brigadista de la Escuela Nacional Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional
Por supuesto que hay deudas: el arribo a la democracia participativa y el castigo a los culpables.
En términos de votaciones, sí, hay democracia, pero el tiempo lo dirá. La Cuarta Transformación es un proceso lento. Este gobierno deberá ser capaz de impulsar con el pueblo esa Cuarta Transformación.
Gilberto Guevara Niebla, integrante del Consejo Nacional de Huelga
Sí, como todos sabemos se trató de una represión de estado, no fue ningún factor civil; fue el estado que decidió resolver un conflicto civil con represión. Lo que ha faltado siempre es que se hiciera una investigación y se juzgará a los culpables de la masacre.
Uno de los principales responsables fue Luis Echeverría Álvarez y muchos policías civiles y militares que participaron en la organización de la masacre. Ninguno de ellos fue procesado, juzgado y sentenciado.
El Estado tiene una deuda en ese sentido: se cometió una barbaridad, por lo tanto sería razonable que el Estado mexicano reconociera ese crimen y pidiera disculpas ante las víctimas y sociedad mexicana. Sería una responsabilidad de Andrés Manuel López Obrador.
El gobierno y la democracia que hoy se tiene en México era la que querían los estudiantes de ese entonces
De alguna manera, el triunfo de 2018 de López Obrador significó la materialización en la esfera política del anhelo de muchos de los participantes del 68 que buscaban la libertad y anhelo de justicia social.
En estos 50 años no hemos logrado forjar una cultura fuerte y vigorosa de nuestra cultura democrática. Eso se refleja en el poco respeto que existe por la ley: hay impunidad y violencia.
Lo más lamentable es que en la ciudadanía no ha arraigado una cultura democrática: las protestas, derivan en atropellos de derechos de los demás, en atropellos a la legalidad: es un círculo vicioso que no hemos podido superar. La democracia es respeto a las normas.
Carlos Flores de Dios González, representante del Consejo Nacional de Huelga de la Prevocacional 4 del IPN
Que enjuicien a Luis Echeverría Álvarez, que se abra el proceso a pesar de la edad: él sigue siendo responsable, lo sigue siendo.
El gobierno y la democracia que hoy se tiene en México era la que querían los estudiantes de ese entonces
Creo qué el lema sigue siendo “libertades democráticas”. Se sigue luchando por eso; se fue ganando poco a poco la apertura, pero falta mucho. No la tenemos aún, como se quisiera.
Se atribuye a López Obrador el triunfo, se le atribuye a él, pero no, es una lucha de antes de él.
En el 68, él era priista. Él se suma después a esto; ahora se hace que la virgen le habla. Su triunfo es producto de muchos años. El 68 fue el clímax.
Félix Hernández Gamundi, integrante del Consejo Nacional de Huelga
Es una deuda enorme: se llama justicia. La falta de justicia en el caso de 68 ha dado un país impune en mucha medida. Que los crímenes del 68 estén impunes, las agresiones se han seguido repitiendo y hay una lista interminable hasta Ayotzinapa.
Son agravios, independientemente de la magnitud en estos casos. Debe operar la justicia, la reparación de daño. Los responsables deben pedir perdón: es el estado. Es la única garantía de no repetición, pues se sigue repitiendo.
El 68 tiene un aporte grande: se rompió con las viejas prácticas de liderazgos únicos. El Consejo Nacional de Huelga es un ejemplo de liderazgo colectivo.
¿El gobierno y la democracia que hoy se tiene en México era la que querían los estudiantes de ese entonces?
No hemos logrado un modelo de democracia participativa hay que construirlo. Seguimos anclados en liderazgos caudillistas, nos hace falta una democracia participativa, ese es el camino.
Rito Terán, dirigente estudiantil en 1968 en la Universidad Autónoma de Sinaloa
Sí existe una deuda: dar respuesta plena, certidumbre de quiénes ordenaron los lamentables hechos del 2 de octubre de ese año, y las persecuciones y represión previa y posterior al movimiento.
Otra deuda son los sueños libertarios de los jóvenes por ser sueños no cumplidos con los neoliberales y el actual gobierno que repite esquemas del neoliberalismo que critica: están en deuda con esas demandas.
Habrá justicia y verdad plena cuando se cumpla por lo que se luchó.
¿El gobierno y la democracia que hoy se tiene en México era la que querían los estudiantes de ese entonces'
No. Nosotros queríamos un gobierno que implantará la educación de acceso para todos en este país. El gobierno actual está lejos de atender esa demanda, sigue pendiente. Hay recortes a la educación. No se puede, con un discurso y pura retórica, resolver las cosas.
Buscábamos que el acceso a la educación fuera pleno. En las universidades públicas existe la autonomía y estas tienen que decidir el ingreso de sus estudiantes, no otros.
No es con medidas cosméticas como las 100 universidades que pretende López Obrador; éstas son una falacia y mentira.
Joel Ortega, activista del 68 y autor de libros sobre el tema
El Estado mexicano le debe a la sociedad una disculpa por haber masacrado una marcha que pedía libertad.
Se debe establecer en la Artículo 1 de la Constitución o en cualquier otro, esto: el estado mexicano pide perdón por el uso del Ejército y Fuerzas Armadas, pide perdón a los estudiantes por la matanza efectuada el 2 de octubre de 1968.
¿El gobierno y la democracia que hoy se tiene en México era la que querían los estudiantes de ese entonces?
No, claro que no. Esta democracia es lo contrario a lo que se quería en 1968, cuando se quería cambiar radicalmente y establecer la libertad.
Eso de sellar las fronteras, de blindar con una muralla de acero el Palacio Nacional y otros edificios hoy para proteger con policías disfrazados de civil… es una paranoia de miedo; es lo contrario a lo que se quería en el 68.
La imagen de López Obrador son las mallas de acero, cercando Palacio Nacional.
OVM