Juana Alonzo Santizo tenía el sueño de llegar a Estados Unidos, pero en el trayecto todo dio un giro y fue acusada de secuestro, por lo que actualmente está recluida en el penal de Reynosa.
Se ha denunciado que en su proceso hubo irregularidades, empezando porque no hablaba español cuando la detuvieron y la hicieron firmar documentos. Ante ello, hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió su libertad.
“Ayer una compañera habló de una mujer migrante detenida y tiene razón la compañera y hay todas las pruebas de que fue torturada y lleva años detenida. Incluso las autoridades de Tamaulipas aceptaron liberarla y ojalá lo hagan hoy, porque aceptaron. La misma fiscalía estatal de Tamaulipas lo reconoce, entonces le pido de manera respetuosa al gobernador que nos ayude y ojalá se libere. Cuando la detuvieron no hablaba bien el castellano”, dijo durante su conferencia matutina.
Juana es una mujer indígena chuj de Guatemala, dejó su ciudad natal en agosto de 2014 con la esperanza de llegar a Estados Unidos, para ello contrató los servicios de un pollero y comenzó la travesía.
Al llegar a Reynosa, ella y otras mujeres migrantes fueron capturadas por el coyote y otros grupos de hombres desconocidos en una casa.
El día que iban a cruzar, Juanita estaba enferma y el pollero la dejó en la casa mientras se recuperaba, también había otra mujer que tenía a un menor de edad.
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Horas más tarde, policías intentaron entrar a la casa, ella les abrió y presuntamente, de entre las personas que se encontraban con ella en la casa, vino la acusación que estaba vinculada con los polleros.
Los policías se le llevaron, la hicieron firmar documentos sin saber que decían, no tuvo acceso a un abogado, entre otras cosas.
Su caso llegó hasta la ONU y hoy el Presidente de México ha pedido su libertad.