El presidente Andrés Manuel López Obrador acusó que los proveedores farmacéuticos a los que se les compraban medicinas en gobiernos anteriores "eran unos voraces" e incrementaban el precio de los productos hasta 200 o 300 por ciento.
Al visitar el hospital rural del programa IMSS-Bienestar de Maxcanú, en Yucatán, el Presidente insistió al personal médico y enfermeras que no se va a dejar doblegar por quienes quieren lucrar con la salud de los mexicanos y que por eso el gobierno adquirió en el extranjero los medicamentos para tratamientos contra el cáncer.
"Escuchan que hay desabasto, que los niños de cáncer no tienen medicamento. Se quisieron poner igual que los huachicoleros, jugar a las vencidas.
"Hoy ya llegó el primer cargamento de medicinas de Francia para los niños de cáncer y vamos a comprar los medicamentos en cualquier parte del mundo, ¡nada de sabotaje! Ya se acabó la corrupción", advirtió.
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López Obrador aseveró que "el que quiera hacer negocio está permitido, pero con utilidades razonables", ya que "eran unos voraces y la única justificación que dan es que entregaban moches para tener esos contratos, es decir, tenían que sobornar a las autoridades".
"Nosotros ya no permitimos los sobornos y vamos a seguir comprando los medicamentos en México si dan precios justos y hay utilidades razonables, nada de que vamos a comprar los medicamentos 200 o 300 por ciento más de lo que realmente valen en los laboratorios", declaró.
Determinó que que si no quieren así "y van a querer sabotear para que no tengamos los medicamentos, compramos los medicamentos en el extranjero; la salud es primero".
icc