AMLO quiere a militares contra la inseguridad

Reconoce avances en la administración de Peña, pero advierte que deja graves crisis en pobreza y violencia.

El gobernador de NL, Jaime Rodríguez, recibió al tabasqueño y dialogaron sobre el trabajo en conjunto contra la delincuencia. (Especial)
Jannet López
México /

El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, planea que el Ejército y la Marina se transformen para enfocarse en la seguridad interior y pública, ya que México no tiene amenaza extranjera.

“Vamos a utilizar de otra forma al Ejército y la Marina; qué quiero decir, que empecemos a reconvertir estas instituciones y que en vez de defensa nacional sean instituciones para la defensa interior y la seguridad pública.

“No tenemos amenaza de ninguna potencia extranjera y en el caso de que sucediera, que no lo queremos ni lo deseamos, defenderemos a nuestra patria todos los mexicanos, como siempre ha sido”, expresó.

En Monterrey, Nuevo León, ante mil 400 empresarios, el tabasqueño reiteró que por el momento es indispensable el apoyo de las fuerzas armadas en el combate a la inseguridad.

“No podríamos, en las circunstancias en que está el país, retirarlos a los cuarteles porque no tenemos una policía que garantice la tranquilidad, la paz, que proteja a los ciudadanos, se ha intentado, pero no se ha logrado consolidar”, admitió.

El próximo titular del Ejecutivo se dijo consciente de que es la violencia el principal problema y preocupación que aqueja a los ciudadanos, por lo que recalcó que su gobierno estará enfocado en dar resultados en esta materia.

Recordó que en octubre presentará el plan de seguridad integral con el que pretende garantizar la paz en el país, que va encaminado a generar un solo cuerpo policial con la suma de los 240 mil elementos del Ejército y los 40 mil de la Marina, junto con la redefinición en la esencia de estas corporaciones.

“Si se unifican todos los esfuerzos y hay mando único, porque lo va a haber, yo todos los días desde las 6 de la mañana voy a tener una reunión con el gabinete de seguridad y un reporte de lo que esté sucediendo en el país; todos los días voy a tomar decisiones y lo mismo voy a pedir que hagan los gobernadores, que desde muy temprano se ocupen de este problema”.

López Obrador insistió en que será fundamental la coordinación entre los tres niveles de gobierno para dar puntual seguimiento a los índices delictivos y actuar de manera focalizada y diaria, con el compromiso de los gobiernos locales para ayudar.

Asimismo, anticipó a los empresarios una consulta popular para aprobar una reforma fiscal con la que se bajen los impuestos, las tasas y se dupliquen los salarios, además de que no haya auditorías de fiscalización.

“Confiar en los ciudadanos, no tener que contar con un aparato de fiscalización para andar haciendo auditorías ni para perseguir a nadie, solo tener un mecanismo de evaluación, una especie de sorteo para hacer una indagatoria en su momento.

“Tú manifestaste que tuviste estos ingresos y utilidades, pero resulta que no, estás mintiendo, entonces sí la aplicación de la ley. No generalizar el sistema de fiscalización”, comentó.

El Presidente electo también planteó la fusión de otras áreas, como Nacional Financiera y el Banco de Comercio Exterior, o Banobras e Infonavit.

Acordó con los empresarios de Caintra que serán los pioneros del programa Jóvenes construyendo el futuro, basados en el proyecto actual con el que dan oportunidades laborales a los estudiantes de Nuevo León.

ARRIBO A MONTERREY

A su llegada a Monterrey, donde se reunió con obispos y empresarios, López Obrador reconoció que la administración de Enrique Peña Nieto logró avances, aunque advirtió que deja graves crisis en pobreza, inseguridad y violencia.

“Hay problemas, eso es público, es notorio que hay una crisis en el país, pero también se ha logrado que la transición se esté dando en armonía, con estabilidad, no hay crisis política, no tenemos una crisis financiera, no nos está pasando lo que desgraciadamente está sucediendo en Argentina, entonces eso también hay que considerarlo”, indicó.

El tabasqueño resaltó que hay rezagos en los que su gobierno trabajará y evadió responder si el país está mejor, igual o peor que hace seis años. “No quiero juzgar a nadie, yo estoy viendo para adelante y lo que creo es que necesitamos unirnos, no pelearnos”.

Aprovechó para pedir a los legisladores de Morena que sean respetuosos con los funcionarios del gobierno actual y que durante las comparecencias de los secretarios federales “no haya excesos ni humillaciones”, sino que actúen con decoro.

Señaló que los legisladores de la coalición Juntos Haremos Historia “tienen que actuar con mucha responsabilidad y no perder el decoro”, sobre todo ahora que tienen la responsabilidad de ser gobierno.

“Es una recomendación; que se discuta, que se debata, que se critique, que se cuestione, pero con respeto, que no haya agresiones, que no haya violencia verbal y mucho menos que se humille a nadie, o sea, que nadie salga de la Cámara humillado, ofendido, vilipendiado, eso ya no”, indicó.

El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, lo recibió en el aeropuerto y conversaron en privado durante ocho minutos; la principal petición del mandatario fue trabajar en conjunto y no permitir que aumente la inseguridad en el estado.

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