El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que sus adversarios, los conservadores que se oponen al cambio de la cuarta transformación, "están moralmente derrotados, nerviosos, fuera de quicio".
Al presentar su Primer Informe de Gobierno, reconoció que "no son buenos los resultados en cuanto a la disminución de la incidencia delictiva en el país”.
Afirmó que el problema de la seguridad se está atendiendo y que es su principal desafío. “Estoy seguro que vamos a lograr serenar al país, se va a pacificar México, eso es un compromiso”, confió.
En la parte política de un discurso de hora y 35 minutos en los que enumeró sus principales actividades de gobierno, López Obrador tomó la oportunidad para fustigar a la oposición, "la reacción", a la que vislumbró como dividida y debilitada e incapaz de crear una facción unificada bajo la bandera del conservadurismo.
"No queremos que desaparezcan las protestas legítimas de los ciudadanos ni los reclamos de nuestros adversarios, los conservadores que se oponen a cualquier cambio verdadero y están nerviosos o incluso, fuera de quicio. Sin embargo, no han podido constituir un grupo o facción con la fuerza de los reaccionarios de otros tiempos. Además, están moralmente derrotados, porque no han tenido oportunidad de establecer un paralelo entre la nueva realidad y el último periodo neoliberal caracterizado por la prostitución y el oprobio, que se ha convertido en una de las épocas más vergonzosas en la historia de México", dijo.
En una ceremonia austera llevada a cabo en el Patio de Honor de Palacio Nacional frente a más de 400 invitados, el jefe del Ejecutivo fue enfático en celebrar los logros de la llamada cuarta transformación y citó El Príncipe de Nicolás Maquiavelo para explicar las razones por las que, considera, ha tenido éxito su gobierno. Entre éstas, no pudo descartar la suerte.
“Confieso -reconoció- que hemos contado con suerte. Maquiavelo decía que la política es virtud, fortuna y suerte. En este tiempo han soplado buenos vientos y estamos llevando a la práctica una transformación profunda con poca confrontación y sin violencia política".
Como Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto antes, López Obrador aprovechó Palacio Nacional para rendir un informe personalizado, frente a amigos, sin necesidad de acudir al Palacio Legislativo de San Lázaro, aunque cambió del Patio Central al de Honor, de menores dimensiones.
En la construcción de la imagen del evento, el informe de ayer contenía elementos que dan cuenta de la visión del presidente: el de ayer fue bautizado en una mampara como "Tercer Informe de Gobierno ante el Pueblo de México" y no el Primer Informe, como dicta la Constitución.
Consideró que es “mucho lo alcanzado en pos de los ideales de honestidad, justicia, legalidad y democracia”, y sostuvo que “con lo conseguido en apenas nueve meses bastaría para demostrar que no estamos viviendo un mero cambio de gobierno, sino un cambio de régimen, y que esto no ha sido ni será más de lo mismo; por el contrario, está en marcha una auténtica regeneración de la vida pública de México”.
A pesar de las críticas que generó su declaración de hace unos días, cuando sostuvo que desde que comenzó su gobierno los mexicanos están felices, aprovechó para reiterar su visión: el país vive en felicidad.
“Nada ni nadie podrá detener la aplicación del principio supremo de la soberanía del pueblo, y el interés nacional se impondrá a los hombres ambiciosos seducidos por el falso brillo de lo material y lo mezquino. Afortunadamente, mientras los que se oponen al cambio viven aturdidos y desconcertados, la mayoría de los mexicanos apoya la transformación, y están contentos, feliz, feliz, feliz”, reiteró.
Admitió que “la economía ha crecido poco” y destacó que un elemento de la nueva política económica es “hacer a un lado, poco a poco, la obsesión tecnocrática de medirlo todo en función del simple crecimiento económico”, pues insistió en que lo importante es la distribución justa de la riqueza. Y destacó el apoyo que ha tenido del sector empresarial que “están cooperando con compromiso social, invierten, crean empleos, aceptan utilidades razonables y pagan sus contribuciones”.
El Presidente aprovechó para hacer un llamado al Poder Legislativo para que aprueben la eliminación del fuero y las consultas populares, pues insistió en que su gobierno busca la democracia participativa de todos los mexicanos.
Descarta Iniciativa Preferente
Por la tarde, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, entregó el Informe de gobierno a los presidentes de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo y del Senado, Mónica Fernández Balboa.
Durante el acto, en el salón Protocolo del Palacio Legislativo de San Lázaro, la encargada de la política interior anunció que el Presidente tomó la decisión de no enviar alguna iniciativa preferente, como se había anunciado en la plenaria de Morena.
“El Presidente de la República nos invita a seguir trabajando en unidad para atender con fortaleza, seriedad y transparencia, los retos que estarán por venir porque los mexicanos no quieren cambios superficiales, ni cambios que provoquen divisiones, conflictos o rupturas”, concluyó.
RLO