Desde pedidos de ayuda para comprar féretros y vacas, apoyo para adquirir medicamento, peticiones de empleo, hasta intervención en demandas laborales o solución de conflictos agrarios son algunas de las más de 300 peticiones que diariamente recibe Leticia Ramírez en la casa de transición de Andrés Manuel López Obrador.
Los más desconfiados llevan un testigo para que la encargada de Atención Ciudadana del virtual presidente electo o su equipo de colaboradores firme de recibido con la fecha, pero se van sin un número de teléfono al que puedan llamar y dar seguimiento a su demanda.
“Nosotros nos comunicamos”, dice Sergio Peguero, colaborador de Lety a un grupo de personas que vienen de Tepehuacán de Guerrero, Hidalgo, a pedir mayor seguridad porque son víctimas de extorsiones y secuestros, lo dice justo antes de que un camarógrafo lo golpee de manera accidental porque el joven estaba en un punto ciego.
“No es varita mágica. Si ya nos esperamos tanto tiempo podemos esperar un poco más”, dijo Hermila Oropeza Vargas, muy orgullosa porque tras 18 años de apoyar López Obrador por fin lograron, dice, la Presidencia.
Quienes tienen la esperanza de hablar con el presidente electo esperan afuera de la fila para saludarlo porque la agenda de trabajo impide concertar audiencias.
Desde que el equipo se instaló en la casa de transición en la Roma Norte, López Obrador no ha recibido a nadie fuera de las reuniones periódicas con los futuros miembros del gabinete o con las delegaciones de funcionarios de Canadá o Estados Unidos.
Lo que sí hacen es aceptar toda la documentación que la gente deja, con la promesa de que será analizada y tomar los datos personales de quienes acuden diariamente a Chihuahua 216.
- “Señorita mire, en Michoacán yo hice una escuela muy grande, un kínder es lo que traigo aquí. Mire la escuela. Entonces no me la pagaron. No me la han pagado y es mi molestia para mi presidente electo. ¿Cómo le hacemos? ”.
- “Como usted me diga. Si me lo quiere entregar a mí, si se lo quiere entregar a él”, dice Guillermina Galindo, una de las colaboradoras de Leticia Ramírez.
- ¿Sí va a salir?, pregunta el hombre con el folder amarillo en la mano.
- “Tiene que salir”, dice Guillermina.
- -“¿Qué cree? Me sería muy grato que me concediera dárselo a él”, resuelve por fin.
- “Lo que usted decida”, le dice la mujer.
- “Me espero, si no se lo doy a usted”, y se queda en la fila.
- “Y tener un poquito de paciencia. No somos gobierno como tal. Sí los van a leer todos, no le puedo decir que el licenciado, pero sí lo van a leer”, le dice antes de recoger el siguiente fólder y sumarlo a la pila de expedientes que, según dice, clasificarán.
Sin sello y sin folio, nada impide que la solicitud se pierda en el mar de peticiones que reciben diariamente y que se acumularán a otras 26 mil 400 que previsiblemente llegarán antes del 1 de diciembre, cuando López Obrador rinda protesta como Presidente.
Hasta ahora la respuesta es la misma para todos: “hasta después de diciembre porque no somos gobierno”, sea en boca de Sergio Peguero, Guillermina Galindo o de la propia Leticia Ramírez, quien fue delegada de Morena en Tlaxcala.
“Las recibimos para clasificarlas y una vez que seamos gobierno solucionarlas”, dice Leticia.
Celso Cavanco Rodríguez vino de la Angostura, Sinaloa, el 25 de julio para intentar hablar con el virtual presidente electo y pedirle que baje el precio de los combustibles porque gasta 3 mil pesos diarios para trabajar la tierra y a veces ni siquiera puede recuperar su dinero luego de la cosecha.
Se queda cerca del teatro Blanquita y viene diario a buscarlo. Ya entregó un fólder azul con la petición formal. No tiene testigo, pero sí mucha esperanza de que luego de diciembre le cumplan.
El dirigente de la Unión de Operadores Libres General Felipe Ángeles, Víctor Manuel Hernández, solicitó por escrito al nuevo gobierno que las licencias federales sean permanentes para todos los conductores.
El líder entregó a Guillermina Galindo un boletín informativo en el que alerta sobre tramos carreteros peligrosos para los conductores y en el que aprovechó para denunciar las condiciones laborales en las que trabajan los transportistas y que los orillan a utilizar medicamentos controlados para permanecer despiertos y completar sus viajes.
Víctor Manuel dejó la casa de Chihuahua 216 con un papel firmado de recibido, sin sello, pero con la confianza de que el 1 de diciembre recibirá respuesta.
- “Es un poco un acto de fe, ¿sabe?
OVM