El pleno del Senado aprobó un paquete de reformas en materia de paridad de género en el que se establecen los ataques con ácido en contra de las mujeres como una forma de violencia física y se remitió a la Cámara de Diputados.
Los legisladores votaron uno a uno los dictámenes y por unanimidad se aprobaron las reformas que plantean que se establezca como violencia física a los ataques con ácido, sustancias corrosivas, cáusticas, irritantes, tóxicas o inflamables o cualquier otra sustancia que, en determinadas condiciones, pueda provocar o no lesiones, ya sean internas, externas, o ambas.
La violencia de género a través de ataques con ácido es una forma extrema de violencia contra las mujeres que pretende marcar su cuerpo y prolongar el dolor de éstas, el cual puede incluso provocarles la muerte.
La senadora de Movimiento Ciudadano, Verónica Delgadillo, informó que “una muestra abominable es la violencia con ácido, (…) después de su ataque va a llevar una marca, eso nos debería de causar dolor. De acuerdo con distintas investigaciones, en 2021 30 mujeres fueron víctimas de ataques con substancias corrosivas, 30 mujeres que perdieron gran parte de su ser en ese ataque y no han encontrado justicia. Y el 90 por ciento de los ataques fueron hechos por sus parejas”.
Sin dar detalles, la senadora del Grupo Plural, Alejandra León Gastelum, denunció desde la tribuna que “hace unas semanas volví a ser sujeta de violencia a la intimidad sexual y digital (…) esta violencia ha sido constante desde 2018 a la fecha, pero hay una gran diferencia desde ese entonces a hoy. En esa fecha no estaba tipificado ese delito en este tipo de violencia (…) gracias a todos esta tipificado y hoy presenté una denuncia acompañada por la Guardia Nacional”.
Al presentar los nueve dictámenes, la presidenta de la Comisión de Igualdad, la morenista Martha Lucía Micher, explicó los dictámenes aprobados fueron en materia de paridad, que plasman los principios constitucionales de igualdad, de lenguaje no sexista en 40 ordenamientos legales del país.
“Para las mujeres, gritar consignas, bailar, cantar en las calles es un acto revolucionario, las calles no son nuestras todavía, las calles son peligrosas, las calles y las ciudades siguen siendo destinadas a que nada más las transiten los hombres y son espacios públicos y no podemos disfrutar, sólo transitar a veces corriendo sin disfrutar la ciudad, por eso necesitamos espacios. La violencia nos alcanza, la violencia nos matan”, destacó desde tribuna.
Por ello, mencionó que se aprobó una minuta para la inclusión de mujeres con discapacidad, así como la ley de igualdad entre mujeres y hombres.
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También, los legisladores aprobaron establecer en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que la Federación, estados y municipios instauren modelos de atención, prevención y sanción, que permitan la protección de las víctimas de violencia familiar.
Así como establecer medios y canales alternativos de denuncia que garanticen el acceso a la atención oportuna y eficaz de las víctimas que no cuentan con la oportunidad de acceder a servicios de internet o dispositivos electrónicos, o bien, su acceso a los mismos es limitado.
LP