Los bloques de la Cuarta Transformación y la oposición en el Congreso de la Unión midieron fuerzas y protagonizaron ayer su primera confrontación de la 65 Legislatura, al fijar sus posicionamientos sobre el inicio del periodo ordinario de sesiones y el tercer informe de gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Entre descalificaciones y amagos, Morena y sus aliados reafirmaron su determinación de avanzar en la transformación encabezada por el Presidente, mientras las bancadas del PAN, PRI, PRD y MC anticiparon su rechazo a cualquier exceso o abuso del Ejecutivo.
“El bloque opositor, cuyos discursos he escuchado con respeto, fue el responsable de gobernar los últimos 100 años, ¿y saben qué nos heredaron?, miseria, saqueo, robadera. Nos dejaron un país en ruinas, hecho pedazos, eso es su herencia, eso es lo que recibimos de ustedes”, arengó Ricardo Monreal, líder parlamentario de Morena en el Senado de la República.
Desde la tribuna, refrendó por ello el compromiso y coincidencia de la mayoría parlamentaria con el presidente Andrés Manuel López Obrador y su agenda prioritaria, sin que ello signifique una obediencia ciega, como asegura la oposición.
El coordinador de la fracción panista en la Cámara de Diputados, Jorge Romero, recordó a los legisladores de la coalición gobernante que el bloque opositor suma ya 46 por ciento de las curules en San Lázaro.
“Acción Nacional viene a construir, pero con la misma claridad lo decimos: si lo que persiste es la política oficialista de hacer como que la otra mitad no existe, entonces no va a haber manera de quedarnos callados; si esa va a ser la actitud, la de pretender plancharse a la oposición, entonces la oposición habrá de levantar la voz los martes y los jueves en esta tribuna y el resto de la semana en todos los rincones del país”, advirtió.
El dirigente nacional y legislador priista secundó el amago opositor a Morena y sus aliados, al subrayar que su partido resguardará las instituciones y habrá de ser un dique al populismo, para evitar la destrucción de los fundamentos democráticos, liberales y progresistas del Estado.
Aunque el grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano “pintó su raya” con los dos grandes bloques en el Palacio de San Lázaro, expresó un rotundo “no” a las reformas prioritarias de López Obrador y la llamada cuarta transformación.
“Estamos aquí para decirle que vamos a hacerle frente a todos los abusos y excesos que intente imponer a este Congreso. Los votos de la bancada naranja no tolerarán que siga socavando la autonomía del Poder Judicial. Los votos de la bancada naranja no acompañarán una reforma que termine de militarizar al país. Los votos de la bancada naranja no le permitirán controlar ni desaparecer más instituciones ciudadanas”, dijo.
ledz