Una investigación de la organización CartoCrítica, avalada por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) estimó que en cuatro de las cinco regiones de México con potencial para extraer recursos petroleros no convencionales mediante fracking, se tiene un potencial de perforación de más de 14 mil 543 nuevos pozos.
Sin embargo, también detalla que la fracturación de cada uno requiere 4 mil pipas de 10 mil litros de agua, por lo que se necesitan hasta 470 mil 973 millones de litros para llevar a cabo dicha práctica en una región donde hay niveles críticos de disponibilidad de agua, y en medio de una crisis climática que sumió a México en una intensa sequía por tres años.
“El agua que requeriría el fracking en México, lo podemos comparar con el Sistema Cutzamala, imaginen que por 10 años, aproximadamente dos meses dejara de abastecer a la Ciudad de México y abasteciera dos meses al año a los pozos de Pemex, ese es el volumen, pero lo que quiero ilustrar es la infraestructura que requiere este trasvase de agua, el movimiento de esta agua de una cuenca a otra”, explicó Manuel Llano, director de CartoCrítica,
Las cuatro regiones en riesgo son Sabinas y Burro-Picachos, ubicadas en Coahuila y Nuevo León; Burgos, entre Nuevo León y Tamaulipas y la región de Tampico-Misantla, ubicada en Tamaulipas, Veracruz y San Luis Potosí, donde se prevé que, si los proyectos de fracturación hidráulica se pusieran en marcha, no tendrían agua para operar y afectaría el abasto para consumo humano.
Por su parte, Luca Ferrari, doctor en ciencias de la Tierra por la Universidad de Milán e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó que el problema con la fracturación hidráulica, es que implica inyectar grandes cantidades de agua combinada con una serie de compuestos químicos tóxicos.
De igual manera, destacó que en México se han perforado alrededor de 35 mil pozos, donde ya se han documentado daños a la salud de los pobladores que incluyen distintos tipos de cáncer; demás de daños al ambiente, como microsismos de hasta 4.5 de magnitud, y problemas sociales como violencia hacia las mujeres por la mayor presencia de trabajadores varones, que ha llevado a un aumento de enfermedades de transmisión sexual.
Asimismo, añadió que otra de las desventajas del fracking es el uso excesivo de energía, por lo que entre el 25 y el 50 por ciento de la energía que se obtiene de este petróleo y gas de lutita se tiene que reinvertir, o sea, se pierde.
Por otra parte, resaltó que hay un declive acelerado en la producción, ya que en Estados Unidos, donde se han perforado 1.4 millones de pozos, su producción cayó al 10 por ciento de lo que inicialmente generaban en solo tres años, y en cinco dejaron de operar, por lo que su operación en México no es viable.
“Probablemente el máximo que podríamos extraer, equivaldrían a 5.5 años de la producción actual de petróleo, a un costo de 60 dólares el barril, que es el costo declarado para el gas shale en Estados Unidos; el costo de extracción, el costo de equilibrio necesitaríamos 3.8 millones de pesos, eso equivale a más de 8 veces el presupuesto de Pemex Exploración y Producción en 2023. Y tenemos que considerar que la deuda de Pemex es la más alta de todas las empresas petroleras del mundo. Estamos hablando de casi 100 mil millones de dólares.”, destacó el investigador.
'Fichan' a diputados y urgen proteger el agua
Los especialistas destacaron que los habitantes de las regiones donde se realiza la fracturación hidraúlica enfrentan importantes limitaciones en el abasto de agua de forma cotidiana, por lo que si se aprobaran proyectos de extracción de hidrocarburos mediante fracking, no contarían con agua, pues la demanda superaría los niveles de disponibilidad.
Por ello, identificaron que existen 37 distritos en la región en riesgo y ficharon a los diputados para demandarles que se sumen a la prohibición de esta práctica, a través de una iniciativa de reforma constitucional de medio ambiente que ya fue aprobada en comisiones el pasado mes de agosto, o bien de prohibir el uso de agua para fracking a través de la Ley General de Aguas.
“Corresponden 22 de ellos a Morena, ocho al Partido Verde, tres al PT, tres al PAN y uno al PRI; las fichas las estaremos compartiendo en nuestras redes sociales, con el mapa del riesgo hídrico potencial del fracking, y si encendemos la capa de los diputados, podemos acercarnos a cada uno, darle click y nos aparece la ficha de cada diputado, y encontrar sus redes sociales, teléfono de oficina, correo electrónico”, dijo Manuel Llano.
Finalmente, Beatriz Olivera, integrante de Engenera y de la Alianza Mexicana contra el Fracking, destacó que la LXVI legislatura, ya inició sus trabajos legislativos en septiembre, por lo que tiene la posibilidad y la responsabilidad de prohibir el fracking
“La coalición mayoritaria en el Congreso tiene en sus manos la responsabilidad de proteger el agua y asegurar que sea para la gente y para la vida y no para el fracking. Casi 90% de los distritos con potencial para fracking y con estrés hídrico están en manos de Morena, Verde y PT”, concluyó.
ARR