Claroscuros de AMLO: avances y peligros en DH de mujeres

Cimacnoticias: Periodismo con perspectiva de género

En 50 días, el Presidente ha demostrado desinterés por la agenda de género y parece que las mujeres no son prioridad.

A 50 días de haber llegado a la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador sigue sin mirar a 51% de la población: las mujeres. (Luis Miguel Morales C.)
Hazel Zamora Mendieta y Sonia Gerth
Ciudad de México /

Durante su campaña presidencial se presentó como el único candidato en tener una agenda para mejorar las condiciones de vida de las mujeres. A través del “Femsplaining” afirmaba que era tiempo de la igualdad, que atendería las condiciones laborales de las mujeres, la violencia de género, e incrementaría su acceso a la educación, a la salud y la política.

Conformó el primer gabinete paritario. Ocho mujeres son secretarias en mandos decisivos, entre ellas una aliada del movimiento feminista, la ex ministra Olga Sánchez Cordero, quien se convirtió en la primera mujer en encabezar la Secretaría de Gobernación.

Pero a 50 días de haber llegado a la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador sigue sin mirar a 51 por ciento de la población: las mujeres. En lo que va de su incipiente administración ha mostrado desinterés en temas como el presupuesto para la igualdad y continúa sin priorizar nombramientos en dependencias fundamentales como el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim).

Al presentar el Proyecto de Egresos de la Federación 2019 pretendía eliminar del anexo 13 destinado a la igualdad entre mujeres y hombres, el Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (Paimef) y el Programa de Conversión Social, entre otros rubros que tuvieron recortes.

De inmediato la reacción del movimiento amplio de mujeres y diputadas no se hizo esperar y formaron un frente común para defender un recurso ganado por y para las mujeres. “No sin nosotras”, se convirtió en la premisa con la que enfrentaron la propuesta presidencial. La “Cuarta Transformación” —defienden— no puede ocurrir si no se garantizan los derechos de las mujeres, logrando así revertir los recortes presupuestales, garantizar la permanencia de Paimef y del programa de Conversión Social, además de lograr el incremento en el recurso del Inmujeres y las secretarías de Salud y de Bienestar (antes Desarrollo Social).

Entrevistada por Cimacnoticias, la abogada feminista Patricia Olamendi Torres afirmó que las mujeres “no somos prioridad para este gobierno” y lamentó que exista un “desdén hacia la administración pública”, al referirse a la falta de nombramientos en el Inmujeres y la Conavim.

A días de haber dado esta discusión, el pasado lunes volvió a sorprender al presentar la Cartilla Moral, una reedición de un texto del escritor Alfonso Reyes para “fortalecer los valores culturales, morales, espirituales” de la nación, carente de lenguaje incluyente que omite a las mujeres y los derechos humanos, pero que habla de la “familia tradicional”.

La última acción que generó un profundo rechazo fue la aprobación de la Guardia Nacional, pues contrario a lo prometido en campaña de desmilitarizar al país y a los mandatos en las sentencias contra el Estado mexicano de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por tres casos de tortura sexual cometida por militares, López Obrador deja la seguridad ciudadana en manos de los militares, como ocurre desde hace 14 años.

Consultada al respecto por Cimacnoticias, la politóloga Denise Dresser, dijo que es necesario generar una oposición ante las incongruencias de este gobierno; “por un lado crea una Comisión de la Verdad para resolver la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y después propone una Guardia Nacional que en esencia le da rienda suelta al Ejército”, afirmó.

La abogada del Centro de los Derechos Humanos de las Mujeres (Cedehm) y ex directora del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), quien litigó varios casos de violaciones a derechos humanos cometidas por militares, Alejandra Nuño, dijo: “Hemos visto lo que pasa cuando tenemos al Ejército haciendo labores de seguridad. Los legisladores de Morena no han leído lo que la CoIDH dijo sobre eso”.

Para Dresser, como el PAN se unió a las iniciativas del PRI, ahora éste hace lo mismo con las de Morena. Seguramente a cambio de algo. Impunidad. Y habló de una nueva conformación política y legislativa que va en contra de todo aquello con lo que Morena se pronunció en campaña y de lo que quería deslindarse.

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