CNDH emite recomendación por tortura de elementos de la Policía Federal a una persona

La Comisión Nacional de Derechos Humanos pidió a la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana investigar a cuatro servidores públicos involucrados en los hechos de tortura a una víctima de Tamaulipas.

Los hechos ocurrieron el 1 de noviembre de 2010 en la localidad de Valle Hermoso, Tamaulipas. (Archivo)
Francisco Mejía
Ciudad de México /

Hace 10 años una persona, que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) no identificó por su nombre, fue víctima de tortura verbal, psíquica y física por elementos de la entonces Policía Federal para que se declarará culpable del delito de secuestro y portación de armas de uso exclusivo del Ejército. Pero todo le fue inventado.

Los hechos ocurrieron el 1 de noviembre de 2010 en la localidad de Valle Hermoso, Tamaulipas.

Al margen del Ministerio Público, donde incluso fue presentado nueve horas después de su detención, los policías que lo aprehendieron lo comenzaron a incriminar “con la finalidad de que diera información sobre unas casas de seguridad y unas personas secuestradas, pero él no sabía nada de eso”.

Siete años después de esos hechos, en mayo de 2017, la persona detenida en aquel entonces, presentó una queja de lo sucedido ante la CNDH, donde narró que los policías que lo detuvieron lo pusieron a disposición de un agente del Ministerio Público Federal adscrito a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SIEDO, en ese entonces) en la Ciudad de México.

Fue cuando lo acusaron de secuestro de dos personas y por delincuencia organizada por la portación ilegal de diversas armas, motivo por el cual estuvo arraigado y después fue ingresado al Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) No. 5 “Oriente”.

En su queja, informó que cuando rindió su declaración preparatoria ante el Juez de Distrito negó los hechos que le imputaron los elementos de la entonces Policía Federal, porque fue obligado a declarar que formaba parte de un grupo criminal.

En julio de 2011, en la ampliación de su declaración preparatoria, señaló “no estoy de acuerdo con la declaración anterior porque todo es mentira y la misma fue a base de golpes, tortura y amenazas verbales.

“Me llevaron a muchas casas y me preguntaron de quiénes eran (…) no conducía una camioneta, ni portaba armas (…) en SIEDO me dieron un papel que decía (…) ‘te voy a cortar los dedos, te voy a cortar la cabeza, voy a matar a tu familia’ (…)”.

La víctima presenta síntomas de depresión y secuelas de lesiones físicas 

Según comentó la CNDH, la persona a partir de la tortura “presenta signos y síntomas clínicos crónicos de angustia, miedo y depresión, condicionados de una situación postraumática vivenciada como un hecho grave y amenazante para su integridad física y psíquica”. Para la CNDH, hay signos claros de que fue objeto de tortura.

La Recomendación, de un poco más de 63 páginas, agrega “presentó y presenta secuelas de lesiones físicas y huellas psíquicas no auto-infligidas, sugestivas de tortura primero y de Estrés Postraumático después, causadas todas ellas por agentes físicos (contundentes, electricidad, y plásticos).

“Estresores psíquicos (amenazas de muerte para él y su familia, burlas hirientes, insultos, etc.) durante el lapso comprendido desde poco después de su detención por servidores públicos federales, hasta poco antes de su ingreso al CEFERESO”,

Por todo ello y más se pidió a la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana su colaboración ante la Unidad de Asuntos Internos de esta dependencia y se investigue a cuatro servidores públicos involucrados en los hechos.

Otra Recomendación fue hecha llegar al titular de la Fiscalía General de la República debido a “omisiones e irregularidades atribuibles a personal de la entonces PGR para atender el requerimiento de la autoridad judicial e investigar la tortura denunciada, violando así su derecho de acceso a la justicia”.

​JLMR

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