En la capital del estado, más de 17 mil 500 viviendas ubicadas en zonas irregulares y a los alrededores de los ríos Atoyac y Alseseca, en las que habitan más de 60 mil personas se encuentran en riesgo, ante posibles desastres.
De acuerdo con el análisis realizado por investigadores de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y encabezado por María de Lourdes Flores Lucero, La Hacienda, Clavijero, Encinar, Ixtla y Santa Bárbara Almoloya, son algunos de los puntos en los que se encuentran viviendas en riesgo.
- Te recomendamos Fiscalía de Puebla va por agresores de Neto Calderón tras concluir investigación Policía
La especialista en Gestión Urbana por la Universidad Politécnica de Cataluña, España, mencionó que, entre las problemáticas, se detecta que las zonas de riesgo, como las cercanas a los ríos, están invisibilizadas en materia de prevención, por lo que solamente son tomadas en cuenta cuando se presenta alguna situación de desastre.
Al no ser prioritarias para la agenda pública, explicó la investigadora, no hay proyectos preventivos, razón por la que se requiere trabajar con la gente con el fin de enseñarles y ayudarlos a gestionar procesos útiles para sus comunidades.
Ante los problemas generados por los asentamientos irregulares, en la actualidad prevalece la idea de entubar los ríos, o bien poner taludes de concreto hidráulico; sin embargo, esta situación propicia que cuando llueve se intensifique la velocidad del agua y se impida la absorción de la misma, aumentando la posibilidad de provocar desastres, añade el estudio que encabeza la integrante del nivel I del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología.
El Atlas de Riesgos Naturales del Municipio en Puebla revela que existen más de 17 mil 500 viviendas en zonas de riesgo, ante lo cual, los investigadores de la BUAP, en conjunto con estudiantes, realizan una gestión preventiva para disminuir la vulnerabilidad y el riesgo de asentamientos urbanos.
El objetivo del proyecto es orientar a las personas que viven en zonas en riesgo, a través de diferentes proyectos urbanos y la realización de talleres participativos en los que se busca sensibilizarlos y concientizarlos acerca del riesgo al que están expuestos.
“Es por eso que, mediante acciones colaborativas entre los habitantes, funcionarios públicos y la Universidad buscamos replantear las soluciones a esta problemática, para pasar de una visión de resistencia y de control a una de adaptación, que permita impulsar una sociedad resiliente ante situaciones de riesgo”, expresó la investigadora de la BUAP.
El proyecto de la Facultad de Arquitectura de la BUAP está incidiendo en el fortalecimiento de la organización vecinal de algunas colonias, ya que al estar informados sobre su situación han participado en diversas acciones, como la protección de sus espacios públicos, así como en campañas de reforestación y limpieza.
“Buscamos crear una conciencia en los sectores públicos para que se evite la autorización de uso de suelos y construcción en zonas de riesgo. Asimismo, queremos que con estas acciones se cambie la forma en la que los estudiantes observan, analizan y dan respuesta a los problemas sociales”, subrayó Flores Lucero.
AAC