La arquidiócesis de Puebla y la diócesis de Tehuacán, Huajuapan de León, Oaxaca, y Tlaxcala, que conforman la Provincia Eclesiástica Angelopolitana acordaron un octavario o una cadena de oración de ocho días, con el objetivo de que la población resulte fortalecida y pase lo antes posible la emergencia generada por la pandemia de covid-19.
El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa; los obispos auxiliares de Puebla, Felipe Pozos Lorenzini y Tomás López Durán; el obispo de Tehuacán, Gonzalo Calzada; y el obispo de Tlaxcala, Julio Salcedo; y la diócesis de Huajuapan, acordaron que la jornada de oración inicie este domingo 5 de julio a las 10:00 horas; y concluya el próximo domingo 12 de julio.
“Nuestras familias, amigos y vecinos, sacerdotes y religiosas, los estragos de la pandemia son devastadores: pérdida irreparable de seres queridos, dolor de tantos enfermos y sus familias, que no pueden estar cerca de ellos; personal sanitario desgastado y en riesgo, al poner en peligro su vida por ayudar a sus hermanos; pérdida de trabajo; aumento de la pobreza; y miedo e incertidumbre del futuro”, destaca el acuerdo entre las diócesis.
El acuerdo establece una invitación para que los fieles católicos se unan al octavario de oración en la que se suplicará a Nuestra Señora de Ocotlán, patrona de la provincia eclesiástica de la Angelópolis, interceda por la salud de los enfermos y el fin de la pandemia.
Los obispos firmantes del acuerdo recordaron que en el año 1541, de acuerdo con al fe católica, Nuestra Señora de Ocotlán libró al pueblo de México de una pandemia que afligía a la región, mostrando a Juan Diego, de Xiloxoxtla, Tlaxcala, una fuente de “agua danadora”.
“Nuestra oración confiada será: Vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos. Terminaremos el domingo 12 de julio a las 10:00 horas con la consagración de nuestra Provincia Eclesiástica a Nuestra Señora de Ocotlán. Estas celebraciones serán transmitidas por las plataformas digitales de cada diócesis”, destaca el acuerdo.
Los obispos de cada diócesis solicitaron a los sacerdotes que durante la semana se ocupe el formulario de la Santa Misa de Nuestra Señora de Ocotlán y se invita a los fieles a rezar el rosario. “Con el cirio y el agua santa, manifestamos nuestra confianza en que el corazón de Nuestra Señora está siempre dispuesto a favorecernos e intercederá por nosotros, como hace cinco siglos”, establece el acuerdo.
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