Después de un año de confinamiento absoluto, las adultas mayores del asilo “Casa Betti” en la alcaldía Azcapotzalco de la Ciudad de México, recibieron una esperanza: la vacuna contra el covid-19. Mujeres que van de los 60 hasta los más de 90 años fueron vacunadas sin ningún tipo de inconveniente o reacción secundaria.
Angelina de 91 años, fue la primera en vacunarse. Aunque le advirtieron que le dolería el brazo izquierdo, no resistió la emoción y levantó ese mismo brazo en símbolo de victoria mientras personal del asilo le aplaudía.
La vacunación en “Casa Betti” comenzó el 12 de marzo, al cumplir exactamente un año sin poder salir de las instalaciones del asilo, abrieron las puertas a la primera visita desde entonces. La que más anhelaron ellas y sus familias en los últimos meses: la brigada “Salud en tu casa”, con la vacuna que les permitiría protegerse de la pandemia.
“Soy Aracely, soy enfermera y la voy a vacunar contra el covid-19”, dice la encargada de aplicarles la vacuna mientras las adultas mayores agradecen una y otra vez. En total se aplicaron 70 dosis de Pfizer para cada una de las mujeres que los últimos 12 meses han visto a sus familias sólo por la pantalla de un celular.
Así arrancó la campaña de vacunación en las casas de asistencia en la Ciudad de México con la presencia de elementos del plan de asistencia de la Guardia Nacional, de Salud Pública del gobierno de la Ciudad de México, servidores de la nación que registraban a las vacunadas y los directivos del asilo.
“Agradecer a todos ustedes por la atención, por venir a ponerla la vacuna a las abuelitas porque hoy se cumple un año que no salen para nada a la calle. Gracias por venir, por todos sus servicios, a la Guardia Nacional y al gobierno de la Ciudad de México”, señaló la directora Pilar Juárez a nombre de todas las beneficiadas y sus familias.
Cada una, algunas con padecimientos y otras incluso permanecen en sillas de ruedas respondieron el cuestionamiento básico sobre si han tenido fiebre en los últimos días, si recibió trasfusión en el último mes o tratamiento de quimioterapia, lo que no fue el caso de ninguna.
“Va a recibir la vacuna Pfizer en su brazo izquierdo y le va a doler el piquete, eso es normal”, explicaba la enfermera a cada una.
dmr