Ante la nueva normalidad ante la emergencia generada por el coronavirus y la imposibilidad de realizar actividades como se solían realizar antes de la pandemia, en Puebla y, en general, en todas las ciudades del país, se presentará entre la población estrés postraumático, incertidumbre, ansiedad e irritabilidad.
Thelma González López, coordinadora Administrativa de la Clínica de Psicología de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (Upaep), explicó que la población está presentando diferentes reacciones en la llamada nueva realidad; sin embargo, uno de los sentimientos que domina es la pérdida de la libertad.
“Aparece la posibilidad de depresión, con esta situación viene un cambio, viene la apertura de cómo está haciendo las cosas. A todos nos ha tocado reaprender y se tiene que trabajar mucho con el proceso de adaptación a esta llamada nueva realidad o nueva normalidad. Puede ser esta adaptación a prueba y error”, explicó.
El trastorno por estrés postraumático se caracteriza por la imposibilidad de recuperarse después de experimentar o presenciar un evento atemorizante, puede durar desde meses hasta años y suele acompañarse por episodios que recuerdan el trauma y causan intensas reacciones emocionales y físicas.
Dentro de los síntomas del trastorno por estrés postraumático se encuentran situaciones como tener pesadillas, recuerdos repentinos, evitar situaciones que recuerden el trauma, reaccionar exageradamente ante los estímulos y sufrir de ansiedad o depresión.
El tratamiento para enfrentar los síntomas del estrés postraumático se compone por diferentes tipos de psicoterapia y hasta medicamentos para controlar los síntomas; sin embargo, lo más importante es consultar a los especialistas y evitar la automedicación.
“La población en general está presentando muchas reacciones ante la crisis mundial. Algunas personas mantienen pensamientos de que les arruinaron el año y diferentes situaciones. Justo en este momento en el que estamos regresando a las actividades, existe una alta incertidumbre, mucho temor y confusión”, explicó González López.
Durante el foro virtual del Centro de Salud Integral de la Upaep, la especialista en psicología destacó que el sentimiento de la pérdida de la libertad en las personas está causando angustia, ansiedad, estrés postraumático y una incorrecta canalización de la ira.
“Estamos en el regreso a las actividades y esto nos puede traer momentos de angustia, ansiedad, estrés postraumático y, en algunas situaciones, irritabilidad y una mala canalización de nuestra ira porque hemos estado confinados y ajustándonos a ciertas medidas”, apuntó la especialista.
La llamada nueva normalidad puede aceptarse a partir de que la persona mantenga hábitos y rutinas para evitar perder las estructuras como dormir ocho horas, ejercitarse, mantener las comidas en el día y no sobrepasarnos con el trabajo.
“Es fundamental dormir bien, ejercitarnos, descansar, no sobrepasarnos con los horarios de trabajo. Debemos mantenernos y evitar que se presentan desequilibrios. Si alguna de las áreas se sale de control, debemos recurrir con algún especialista que nos ayude a retomar el camino”, apuntó.
mpl