Emilio Aguilar, estudiante agredido en la Rectoría de la UNAM y que fue dado de alta esta tarde, aseguró que sus agresores no están la lista de expulsados de la universidad, pero que podría reconocerlos si hay fotografías.
“Ninguno de los ingresados a reclusorios fue la persona que me atacó. No está en esa lista de expulsados, ya la revisé. Me imagino que si tuviera una foto de los rostros pudiera reconocerlo”, declaró en entrevista con Azucena Uresti para MILENIO Televisión.
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El alumno de 19 años recordó el momento en que fue agredido por grupos porriles, mientras se manifestaba junto con sus compañeros en la explanada de la Rectoría el pasado 3 de septiembre.
“Estábamos sentados escuchando a los compañeros del CCH Azcapotzalco y de repente gritan: 'ahí vienen los porros' y en un segundo pasó. A mí me interceptaron tres hombres, uno me golpeó en el glúteo izquierdo. Perdí dos litros de sangre del traslado a la clínica, estaba en estado de semiinconsciencia”, narró.
El alumno de la UNAM aseguró que temía morir en las cirugías a las que fue sometido por la herida de arma blanca que tenía en el glúteo izquierdo.
“Antes de ingresar al quirófano, la segunda vez pensé que no iba a despertar, afortunadamente estoy aquí, lo único que tengo es la movilidad comprometida de mi pie izquierdo, no puedo caminar sin el apoyo de una andadera”, contó.
Emilio Aguilar dijo que el rector Enrique Graue lo visitó en el hospital, donde le pidió que garantizara la seguridad y resolviera los problemas de los estudiantes y sus escuelas.
“Tuve una entrevista con el rector en el hospital, me fue a visitar, me dijo que se sentía indignado por las acciones cometidas por esta gente. Le pedí personalmente que esto no podía pasar, que tenía que atender las problemáticas de la facultad, de todos los planteles y de la universidad, en general”, aseguró.
El estudiante se dijo conmovido por la Marcha del Silencio de esta tarde a la que asistieron 23 mil personas y agregó que por el momento sólo ha presentado una declaración ante el Ministerio Público.
“No alcanzan las palabras para describir el sentimiento, la unidad con la que se comportaron los compañeros estudiantes y maestros. Me siento agradecido e infinitamente contento de estar aquí”, concluyó.
EB