Ríos, arroyos, manantiales y otros cuerpos de agua superficiales están contaminados con coliformes fecales, con bacterias y metales pesados como el arsénico, que pone en, del Centro Transdisciplinar Universitario para la Sustentabilidad (CENTRUS) de la Universidad Iberoamericana.
La especialista citó datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), de 2019, que indican que más de 99 por ciento del agua de los ríos, arroyos, manantiales y de otros de los 6 mil cuerpos de agua que se monitorean en México presentan diferentes grados de contaminación química.
La utilización de los ríos como vertederos de agua sucia, reduce sustancialmente la disponibilidad de agua potable, asequible y segura. El agua que consumen los mexicanos no cumple con la Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA, que establece como prioridad debe cumplir con estándares de calidad para su consumo, recalcó la investigadora candidata al Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Hay que mencionar que en 2004 se hizo descentralización en el tema del agua. Los municipios quedaron encargados del alcantarillado y tratamiento aguas residuales, por lo que muchos no pueden pagar el elevado costo de las plantas de tratamiento y no están controlando la contaminación.
Comentó Adriana Flores que otro aspecto que abona al problema es la amenaza inminente que enfrentan los bosques de agua del Valle de México por las constructoras que buscan "desarrollar" la zona a costa de la vida silvestre, la flora y la fauna endémicas y la vida humana.
Los bosques están relacionados directamente con el agua, el cambio en los patrones de lluvia y temperatura exponen a los árboles a una muerte masiva, alertó la académica, quién realiza investigación enfocada al manejo de agua de ríos y su monitoreo en comunidades.
A pesar de las evidencias que llaman la atención sobre la grave crisis hídrica que se padece, legisladores federales se niegan a “modificar la Ley General de Aguas que desde el año 1992 ha beneficiado a los intereses económicos trasnacionales, ha abandonado a las personas, a la flora, a la fauna, y ha desatendido la cultura del agua, y ha fallado en las estrategias para mejorar los sistemas de saneamiento del agua”, destacó la especialista.
Consideró que es urgente que se tome en cuenta la iniciativa ciudadana que busca reformar la Ley General de Aguas Nacionales para cambiar radicalmente la forma de administrar y cuidar el líquido esencial para la vida.
Necesario conocer el agua en los productos que consumimos
No solo el agua que usamos es toda la que consumimos. La mayor cantidad se encuentra en los productos y servicios que a diario utilizamos.
Lo anterior resulta así porque la producción de alimentos requiere ingentes volúmenes del líquido, de los que el consumidor final no suele ser consciente: producir una sola papa requiere 25 litros; una manzana, 70 litros; un vaso de jugo de naranja, 170 litros; un kilogramo de carne de res, 15 mil litros.
Huella hídrica
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) el agua que utilizamos para actividades domésticas como lavarse las manos, los platos, regar el jardín, lavar ropa o limpiar la casa, representa tan sólo un cuatro por ciento del agua que utilizamos en nuestras actividades diarias, pues la mayor parte del consumo es indirecto, el agua que no vemos: la Huella Hídrica.
La huella hídrica promedio per cápita nacional es de mil 978 metros cúbicos anual, ligeramente superior al promedio mundial, que es de mil 385 metros cúbicos y una solución para disminuir la huella hídrica es enfocar esfuerzos en abatir el desperdicio de alimentos, dice el organismo.
- Y ejemplifica: La huella hídrica de una vaca es 3 millones 100 mil litros. En un sistema de producción industrial de carne, toma en promedio tres años antes de que el animal sea sacrificado para producir unos 200 kilogramos de carne deshuesada.
El animal consume cerca de mil 300 kilogramos de granos como trigo, avena, cebada, maíz, chícharos secos, harina de soya, entre otros, 7 mil 200 kilogramos de forrajes (pastos, heno seco, ensilaje y otros), 24 metros cúbicos de agua para beber y siete metros cúbicos de agua para mantenimiento. La sola producción de los granos necesarios como alimento requiere de 15 mil 300 litros de agua en promedio.
La huella hídrica en promedio mundial de la leche entera de vaca es de 940 litros por kilogramo y alrededor de 28 por ciento de ese volumen se destina a la mantequilla que se deriva de la leche entera y un 72 por ciento restante a la leche descremada.
Agrega que un kilogramo de leche entera da sobre 50 gramos de mantequilla, de manera que la huella hídrica de la mantequilla es de 5 mil 550 litros de agua por kilogramo. Es el agua que no vemos, dice el organismo.
Para obtener un kilogramo de azúcar refinada de caña de azúcar se requieren alrededor de mil 500 litros de agua. La caña de azúcar consume alrededor de 220 mil millones de metros cúbicos deagua al año, indica el organismo.
Una taza de café cuesta 140 litros de agua, 1 huevo 135 litros de agua, una bolsa de papas fritas 185 litros y se acompañan de una hamburguesa el costo de producción se eleva hasta 2 mil 400 litros.
KVS