La Ciudad de México posee dos especies de ajolote, el más reconocido es el Ajolote de Xochimilco (Ambystoma mexicanum), que habita en los canales de esa demarcación; pero además, los bosques de la capital albergan al Ajolote de Montaña (Ambystoma altamirani), que habita en arroyos de agua fría en bosques de pino y oyamel, así como en pequeños refugios con abundante vegetación, oxígeno reducido y poca luz, ecosistema característico del Área Natural Protegida Desierto de los Leones, San Nicolás Totolapan y la Cañada en Magdalena Contreras, donde habitan.
El ajolote de montaña es una especie amenazada, según la Norma Oficial Mexicana NOM-059-Semarnat-2010 y está considerado en peligro de extinción por la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Así que para proteger, reproducir y conservar el ajolote de arroyo de montaña, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, en colaboración con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y la alcaldía Cuajimalpa inauguraron la Primera Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre “El Pantano”, que se ubica en el Parque Nacional Desierto de los Leones.
“A partir de aquí, de este espacio, vamos a poder generar toda una serie de estudios, investigación, estrategias de educación ambiental y generar nueva información que junto con los compañeros de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (Sectei), con la Conanp y la alcaldía podemos ir creando toda una serie de datos, por eso es bien importante el monitoreo, mientras más conozcamos qué biodiversidad tenemos en la Ciudad de México más capacidades vamos a tener”, señaló Rafael Obregón Viloria, director General del Sistema de Áreas Naturales Protegidas y Áreas de Valor Ambiental de la Sedema.
La UMA “El Pantano” alberga a 30 ejemplares adultos de ajolote de arroyo de montaña, que vivirán bajo cuidado humano, a cargo de un equipo de biólogos y médicos veterinarios capacitados y con experiencia en unidades de manejo, quienes proporcionan alimento, registran periódicamente su peso, estudian su conducta para detectar posibles puntos de estrés y actitudes territoriales, además de atender su salud en caso de algún signo de malestar o enfermedad, así como de vigilar las condiciones del agua y temperatura de las peceras donde habitan los organismos.
Regina Ibarra Castillo, técnico responsable en la UMA El Pantano, sostuvo que los objetivos específicos de esta unidad son la investigación, el manejo en cautiverio y la educación ambiental. A mediano y largo plazo también se incluye el aprovechamiento extractivo y no extractivo, así como la reproducción de la especie para una posible reintroducción o repoblación en caso de ser necesario.
Explicó que la Unidad de Manejo El Pantano fue registrada en 2021 y este año la Dirección General de Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) otorgó un permiso de colecta de aprovechamiento, mediante el cual se obtuvieron hasta ahora los primeros 30 ajolotes de arroyo de montaña, traídos de la Reserva Ecológica San Nicolás Totolapan.
El permiso de colecta fue obtenido después de presentar una recopilación de datos obtenidos de los monitoreos sobre esta especie que el personal de Sedema realiza desde el año pasado en Desierto de los Leones y la reserva ecológica comunitaria San Nicolás Totolapan, y que sirvieron para justificar la necesidad de obtener organismos silvestres.
“Al no haber otra UMA con ajolotes de arroyo de montaña en la Ciudad de México, entonces tuvimos que justificar ante la Semarnat y su dirección de vida silvestre que necesitábamos obtenerlos de vida libre. Lo hicimos de una forma totalmente legal, bajo la normativa aplicable y vigente”, precisó Regina Ibarra.
Los ejemplares de la UMA habitan en peceras amplias, sin embargo, conforme se reproduzcan y aumente su población, vivirán en dos estanques rehabilitados que son parte de la estación de manejo. Dichos espacios serán acondicionados con sustrato y rocas para que sean un refugio adecuado y similar al que hay en vida silvestre.
Los ajolotes son alimentados con lombrices nativas del Desierto de los Leones, mientras que el agua de los acuarios se obtiene del cauce de la misma zona; el líquido llega a contener macroinvertebrados que también forman parte de la dieta de estos anfibios. Con dichas medidas, se evita la introducción de especies exóticas al Área Natural Protegida.
La UMA El Pantano tiene entre sus objetivos la reproducción del ajolote de arroyo de montaña. Los monitoreos de la especie en el Desierto de los Leones y en el ANP Reserva ecológica comunitaria San Nicolás Totolapan servirán para conocer la situación de las poblaciones de esta especie y, por lo tanto, determinar si es necesario o no reintroducir ejemplares criados en cautiverio a estos sitios, así como a puntos de observación que también hay de este ajolote en la alcaldía Magdalena Contreras.
La UMA podría compartir ejemplares incluso para el Estado de México o Morelos si así lo requirieran, añadió Regina Ibarra.
Claudia Hernández, directora general de Coordinación de Políticas y Cultura Ambiental de la Sedema, aseguró que se trabaja en la protección del ajolote de arroyo de montaña porque es una especie prioritaria para la conservación, tal como lo indican los programas de manejo del ANP, debido a que sus poblaciones van a la baja por afectaciones asociadas principalmente a actividades humanas. Sin embargo, precisó que su existencia en Desierto de los Leones es un indicador de la buena calidad del ecosistema.
“Este ajolote lo que nos está diciendo es que aquí hay muchas otras especies y también lo hemos podido constatar porque aquí hay un monitoreo muchas otras especies como el ajolote, el conejo, el coyote que viven en este ecosistema, por lo que es necesario que estos ecosistemas se mantengan saludables y el papel que jugamos nosotros como personas también es muy importante porque somos la principal amenaza para ellos”.
Algunos de los factores que ponen en riesgo la conservación del ajolote de arroyo de montaña son la presencia de fauna exótica y contaminación de los cuerpos de agua, por ello dentro de las actividades se tiene un programa de Educación Ambiental que cuenta con un sendero interpretativo que tiene el objetivo de sensibilizar a las comunidades vecinas y visitantes.
ledz