Integrantes del colectivo “Argüenderas y Revoltosas” realizaron una protesta a las afueras de las instalaciones de la FES Acatlán para exigir el esclarecimiento de los hechos ocurridos hace un año, cuando fueron desalojadas con violencia en dos edificios de este plantel que habían tomado.
Las feministas que estuvieron apoyadas por otros colectivos como “Manada Periferia” y “Sociedad Ultravioleta” exigieron la destitución del director del plantel, Manuel Martínez Justo, a quien responsabilizan por los hechos perpetrados por un grupo paramilitar conformado por al menos 10 personas, el cual ingresó durante la madrugada para golpear e incendiar los sitios que tenían ocupados.
Las manifestantes afirmaron tener temor a las represalias, pues aseguraron ser estudiantes, pero también rechazan que estos hechos queden impunes, pues la toma de instalaciones en los edificios A 6 y A 9, fueron por a la falta de seguimiento a las denuncias que varias alumnas presentaron en contra de profesores y alumnos por acoso sexual.
Por lo que exigieron que las autoridades universitarias se desistan de las demandas que presentaron contra estudiantes por diversos delitos, pues insistieron en que fueron los integrantes del grupo paramilitar que las desalojó, quienes rociaron de gasolina el área jurídica y le prendieron fuego, “además de que abusaron sexualmente de al menos cinco de las mujeres que permanecían en la toma de los cubos “26 de Septiembre” y “906”.
Las inconformes instalaron un tendedero de denuncia pública en la entrada principal de la Facultad, con nombres de profesores acusados de acosadores, delito que ha quedado impune y que hace un año también se anunció en otros planteles de la UNAM.
Recordaron que las y los estudiantes fueron desalojadas la madrugada del 5 de abril, por un grupo de hombres con uniformes de color negro tipo militar, embozados, armados y con uso de un bastón retráctil, y que en esa acción cometieron actos de represión y violencia contra quienes tomaron tenían ocupado el plantel.
Aseguraron que hubo tortura, golpes y lesiones graves en contra de los estudiantes e incluso a uno le provocaron tres fracturas en el cráneo y una alumna fue golpeada en repetidas ocasiones, y obligada a caminar desnuda.
También exigieron que sea presentado con vida Daniel Rosen, hombre que vendía dulces en la explanada principal de la Fes Acatlán, y quien después de estos hechos violentos inició una huelga de hambre que duró 30 días, y después desapareció de forma misteriosa.
MMCF