El 70 por ciento del arbolado urbano de la Ciudad de México es de especies extranjeras, ficus, eucaliptos, jacarandas y palmeras entre otras tantas, por lo que son especies foráneas introducidas a nuestro ecosistema desde hace años.
Con el cambio climático acabando con algunas de estas especies, como las palmeras y eucaliptos, la respuesta de los expertos se encuentra en el cultivo y propagación de plantas, flores y árboles nativos de nuestro ecosistema.
La bióloga Ivone Olalde de Instituto de Biología de la UNAM así lo confirma: “Cuando tú tienes una especie exótica, toda la interrelación del ecosistema se rompe, eso también contribuye a que empiecen a desaparecer otros organismos, todo esto contribuye alterar el clima, el ecosistema y contribuye al cambio climático también; es una pena porque plantas mexicanas tenemos muchísimas, somos un país mega diverso, tenemos una riqueza inmensa de vegetación y no la aprovechamos, metemos cosas que no son de aquí”.
Por ello, encabeza un proyecto de propagar las plantas y árboles nativos de la ciudad con el fin de evitar su extinción y equilibrar nuestro ecosistema urbano.
Árboles como el copal, el mezquite, el encino y la tronadora son los que fácilmente se adaptarían y podrían sustituir a los ficus, eucaliptos y jacarandas que abundan en la ciudad.
Algunas de las plantas nativas de nuestra ciudad son medicinales como la hierba del cáncer que ayuda con los malestares propios de la enfermedad sin ser una cura.
La asclepia curassavica, además de ser una planta de ornato, es el hábitat necesario para la reproducción de la mariposa monarca y es 100 por ciento nativa de nuestra zona.
Los helechos son otro ejemplo de plantas como las savias y las cactáceas que son originales de nuestro ecosistema y que podrían engalanar cualquier departamento o casa de nuestra ciudad.
Si usted quiere adquirir y plantar una especie nativa pueda acercarse al invernadero del jardín botánico de la UNAM, el cual está abierto de lunes a sábado desde las 10:00 hasta las 17:00 horas.
LG