La historia de Tampico documentada en diversos archivos está en riesgo de perderse por el mismo paso del tiempo y las condiciones del clima que predominan gran parte del año en la ciudad.
Alma Alicia Bello Olvera, jefa del Archivo Histórico de Tampico “Carlos González Salas”, señala que se está haciendo el esfuerzo por mantener lo más posible los documentos que datan de los años 1800, mediante el uso de papel y cajas de cartón a fin de protegerlos del polvo, hongos, pero sobre todo la humedad.
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“Los documentos que datan de los años 1800 son los que se encuentran en esa condición; no son tan consultados por la mayoría de los usuarios porque están escritos con tinta, con letra antigua y se necesita conocer sobre grafología para poder traducirlos, estos son los que necesitan mayor cuidado”, detalla la responsable de su resguardo.
Entre los escritos en riesgo, podemos encontrar documentos oficiales como actas de cabildo, cartas dirigidas a la presidencia, la tesorería y o la secretaría, archivos que se tienen en resguardo y que no existe en otras partes de la República, indica Bello Olvera.
“Para consultar lo más antiguo tenemos un protocolo, si usted va a escribir una obra que va a dejar una trascendencia histórica, sí se les presta, pero si no son investigadores que sepan tratar el documento no se facilita”, acota la jefa del Archivo Histórico.
Lo más antiguo que se tiene es el primer plano de la ciudad, también se cuenta con el acta de la fundación de la ciudad de 1874 facilitada por el ayuntamiento de Altamira, ya que la de 1824 está extraviada.
Archivos de 1800 dañados por humedad y hongos
En el 2006 junto al fallecido cronista de Tampico Marco Antonio Flores Torres, se realizó el rescate de los archivos que estaban en el sótano del palacio municipal, donde se encontraron documentos de principios de 1800, la mayor parte de ellos afectados por la humedad, hongos y ácaros al grado que algunos prácticamente se estaban deshaciendo, por lo que se inició el rescate de los mismos.
“Lo que se encontró fue que unos ya tenían la tinta borrada, el documento a través de los años se va convirtiendo otra vez como madera, sacamos bloques de libros que con la humedad estaban compactados”.
Añade que se logró obtener una buena cantidad de material, pero muchos otros tuvieron que quedarse en ese lugar debido al hongo que tenían derivado de las condiciones en que se encontraban, al grado que algunos trabajadores que apoyaban en estas acciones manifestaron afectaciones en su salud, por lo que se decidió dejar la labor, dejando en el sitio los archivos más afectados.
Seguir los ejemplos de universidades y bibliotecas
Para el médico e investigador del Conacyt, Raúl Izaguirre Ávila, Tampico y su archivo histórico requiere el apoyo de las autoridades estatales y municipales, ya que a pesar de ser una ciudad joven, cuenta con un pasado histórico muy rico, al ser una localidad que nació para el comercio y que ocupó una posición importante en este tema desde su fundación, por lo que se guardan documentos muy preciados.
Desde su perspectiva considera que falta un buen equipo de digitalización como lo tiene la UNAM, institución para la cual colabora, donde la mayor parte de los documentos están microfilmados.
Izaguirre Ávila señala que hay un gran desarrollo en la conservación de documentos antiguos, además de contar con especialistas en recuperación, restauración, archivología, interpretación de escritura antigua y doctores en historia, modelo que considera debería de replicarse en otras partes del país.