En la zona metropolitana de Tampico desde el ciclón Hilda de 1955 a la fecha no se ha registrado ningún impacto directo de fenómenos meteorológicos de este tipo y el huracán “Grace", que venía para esta zona y se desvió, avivó la creencia.
Algunos ciudadanos locales se han inspirado en estas anécdotas y han buscado cómo proyectarlas, una de las formas ha sido a través de nuevos negocios, en donde los protagonistas de la película son los extraterrestres.
En el menú matutino del restaurante aparece un cereal con crema, chispas, M&Ms y un kínder sorpresa, el cual es óptimo para los niños, el cual pueden acompañar con leche de color azul traída desde Júpiter, al menos, así es el concepto.
“Esto nace aquí en la zona conurbada por los mitos que se escuchan en la calle de que tenemos una base ovni aquí en playa Miramar en donde salen los marcianos y desvían los ciclones”, confirma Ari Muñoz, responsable del restaurante.
“Una de las opciones de desayuno galáctico son chilaquiles acompañado con queso, crema, frijolitos, jugo y café”, refirió quien adaptó el tema de los alienígenas salvadores en un establecimiento.
Se llama “Marcianitos Food” y no solamente es comida, tienen la intención de ofrecer entretenimiento a través de juegos y concursos para chicos y grandes, con jóvenes que se disfrazan de alienígenas de piel grisásea y grandes ojos de color negro.
La decoración de un establecimiento es fundamental y grafitis de extraterrestres le dan el toque al establecimiento, el cual se ubica sobre la calle Cero y avenida Monterrey, en la colonia Enrique Cárdenas González, en el norte del puerto.
Una vaca succionada por un objeto volador no identificado, esferas que asemejan a los planetas que conforman el sistema solar y un alienígena que se come una rebanada de pizza, complementan una de las paredes del local.
“El ciclón Hilda fue el último que afectó a la ciudad y de un tiempo para acá no nos ha tocado nada y dicen que es por la base en Miramar, así nace la idea de este restaurante Marcianitos Food”, comentó la propietaria del restaurante.
El alienígena como imagen de la conurbación se está comparando a niveles de los cocodrilos, la icónica jaiba porteña y los mapaches de playa Miramar, lo cual ha sido nutrido por los apasionados de la ufología y las leyendas urbanas.