El bebé que fue encontrado muerto al interior de un contenedor de basura en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel, en Puebla capital, apenas tenía 6 días de vida y presentaba una cirugía de apéndice, reveló el gobernador Miguel Barbosa Huerta.
El mandatario dijo en conferencia de prensa que confía en el actuar de la Fiscalía General del Estado (FGE) y en su titular, Gilberto Higuera Bernal, para que se determinen las responsabilidades correspondientes contra quienes estén involucrados en la muerte del menor.
"Es un hecho muy grave, va a aparecer mucha porquería en todo esto y lo vamos a dar a conocer una vez que esté acreditado todo".
Señaló que la FGE ya inició las investigaciones para dar con el paradero de los padres, ya que al momento no han sido identificados, así como saber quién y por qué permitió el ingreso del menor al penal de San Miguel a sabiendas de que las visitas están prohibidas por la pandemia.
"No nació adentro del penal [...] era un niño de seis días de nacido, llevaba una cirugía su cuerpecito en la apéndice, cómo introducen el cuerpo del bebé al reclusorio, quién lo permite".
Una vez que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) anunció que intervendría en la investigación de los hechos, el gobernador aseguró que su gobierno cooperará con el organismo y entregará la información a su alcance a fin de que sea resuelto el caso.
Fue la semana pasada cuando el recién nacido fue hallado muerto envuelto en una cobija que tenía manchas de sangre; tras la necropsia de rigor, la Fiscalía determinó que la causa de muerte fue asfixia mecánica por sofocación.
AFM