Las personas con alguna alergia pueden desarrollar algunas reacciones; sin embargo, no son adversas ni graves al colocarse alguna de las vacunas contra el virus Sars-Cov-2 que produce la enfermedad de la covid-19
De acuerdo con investigaciones realizadas por un equipo de médicos del Servicio de Alergia e Inmunología Clínica del Hospital Universitario de Puebla (HUP) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), 40 por ciento de las personas que presenta alguna alergia y fueron vacunadas, resultaron sensibles a componentes de los biológicos como polietilenglicol y polisorbato 80; sin embargo, se comprobó que pueden vacunarse sin riesgo a desarrollar reacciones graves.
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Como parte de la investigación, los especialistas realizaron pruebas Prick e intradérmicas a 55 derechohabientes del HUP, entre 18 y 60 años, con diagnóstico de enfermedad alérgica, como asma, rinitis alérgica, conjuntivitis alérgica o dermatitis atópica.
La mayoría fueron mujeres, con una media de edad de 31 años, y la enfermedad más frecuente rinitis alérgica. Todas las pruebas se efectuaron cuando el paciente ya estaba vacunado o tenía esquema completo.
Edgar Flores Gonzaga, egresado de la Especialidad en Alergia e Inmunología Clínica de la BUAP, destacó que, los primeros resultados revelan que, del total de pacientes, 22 presentaron sensibilidad a polietilenglicol y polisorbato, usados como estabilizadores de las vacunas contra el virus, es decir, 40 por ciento tuvo una alta tasa de sensibilización a los citados componentes y en especial a polisorbato 80.
“Se comprobó que los pacientes alérgicos pueden vacunarse sin riesgo a desarrollar una reacción adversa grave posterior a la vacuna”, determinó Flores Gonzaga.
El polietilenglicol se encuentra en las vacunas Pfizer y Moderna; mientras que polisorbato en AstraZeneca, Sputnik y Cansino. Estos componentes son excipientes y permiten prolongar por más tiempo el efecto del biológico. Los dos componentes pueden generar reacciones adversas como anafilaxia, erupción cutánea, dificultad para respirar, presión arterial baja, pérdida de la consciencia o afección del tracto gastrointestinal manifestado por náusea, vómito o diarrea.
“Los pacientes tal vez tuvieron una sensibilización previa al exponerse a un determinado medicamento o por el uso de cosméticos. Esto también coincide con otros estudios en los cuales las mujeres tuvieron mayor grado de sensibilización”, apuntó.
En el caso de los derechohabientes del HUP, la mayoría tuvo otro tipo de reacción, principalmente dolor muscular o fiebre horas después de la aplicación de la vacuna.
El estudio que fue dirigido por el investigador Chrystopherson Gengyny Caballero López y que contó con la participaron de los residentes y médicos titulares del Servicio de Alergia e Inmunología Clínica del HUP, Aída Inés López García, Daniela Rivero Yeverino, Juan Jesús Ríos López y Sergio Papaqui Tapia, permitió establecer pautas o recomendaciones sobre la futura vacunación.
“En el caso de que salgan sensibilizados o hayan tenido alguna reacción adversa a polietilenglicol se recomienda aplicar vacunas sin este componente. La finalidad es reducir al mínimo la presencia de reacciones adversas en los futuros esquemas de aplicación”, finalizó Flores Gonzaga.
AAC