La Semana Santa, las fiestas navideñas y de Año Nuevo son las temporadas en las que comerciantes de pescados y mariscos perciben mayores ventas. Este año estos productos tuvieron un incremento de entre el 10 y 20 por ciento, pese a ello se ofertan por un precio de los 100 a los 200 pesos por kilo.
La 16 Poniente, conocida también como "la calle de los mariscos", se ha convertido en un punto de referencia para la adquisición de estos alimentos, pues los locatarios abastecen las especies del mar a los hogares poblanos y a los restaurantes.
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En entrevista, el señor Marcos Julio Garita, administrador de pescaderías La Almeja, explicó que en la zona se comercializa a otros estados como Tlaxcala, Morelos, Ciudad de México y Oaxaca.
En estos días sus ventas incrementan entre un 50 y 60 por ciento, donde los productos más buscados son: el huachinango, el robalo y el camarón grande. Por kilo los precios son los siguientes:
- Sierra 100 pesos
- Mojarra y pampanito 60 pesos
- Camarón de cristal 135 pesos
- Robalo 220 pesos
- Pulpo 120 pesos
- Caracol 100 pesos
- Huauchinango 120 pesos
- Filete tilapia 60 pesos
“Estos productos son recomendados por los médicos por tener aminoácidos esenciales, vitaminas A y D, minerales y Omega-3”, compartió.
Recomendaciones para comprar mariscos
Asimismo, compartió a los ciudadanos algunas recomendaciones para elegir adecuadamente los productos del mar.
- Debe tener un olor fresco, sin oler mal.
- Los ojos del pescado deben estar brillosos, no opacos.
- La piel del pescado debe estar brillosa y no pegajosa.
- Si se adquiere el pescado entero, debe revisar que las branquias se encuentren brillantes.
Por otro lado, si lo compra en filete, debe verificar que la carne no esté maltratada y que se encuentre sobre una cama de hielo o en refrigeración.
Amas de casa aseguraron que a comparación de años pasados este 2023 los precios son accesibles, afirmaron que gracias a que en estos días reciben el aguinaldo y sus finanzas son estables tienen la oportunidad de destinar mayor recurso para comprar estos alimentos.
Puntualizaron que lo hacen con anticipación porque los días 30 y 31 tanto en la famosa calle de los mariscos como en los centros de abasto hay grandes aglomeraciones.
“Compramos para el desayuno del primero de enero, vamos a hacer un caldo picoso para quitar la cruda, pero venimos antes porque luego hay mucha gente y no se puede pasar”, comentó la señora Ana Báez.
CHM