Domingo Nieto, productor de zarzamora en el municipio de Calpan, con entusiasmo coloca el fruto en recipientes de plástico para entregar a los comerciantes de la Central de Abasto de la Ciudad de México, y comentó que en este producto están concentrados todos sus sueños desde hace diez años; sin embargo destacó que la pandemia del covid-19 afectó sus pedidos hasta un 40 por ciento.
En entrevista con MILENIO PUEBLA, entre sus cultivos de zarzamora, explicó que no tiene un respiro económico para afrontar el coronavirus, pues la pandemia también afecta a su producción, además de los cambios climatológicos, económicos y políticos, pues en la actualidad tiene un declive del 60 por ciento.
Con enojo señaló que están solos en esta contingencia sanitaria, debido a que no han recibido apoyos de ninguna orden de gobierno, ya que como productores del campo luchan para salir adelante. A lado de su esposa se apresura a empaquetar el fruto para que sea comercializado en la Ciudad de México, debido a que señaló que es mejor pagado que en la entidad.
Bajo la sombra de un árbol y sobre unas mesas realiza el proceso final de su cosecha. “Hace unos días tuvimos afectaciones en nuestro techo de invernadero por los fuertes vientos y solicitamos el apoyo al gobierno municipal, sin embargo es la fecha que no tenemos respuesta, nos traen dando vueltas, nos han abandonado y no han enviado a quien nos ayuden”, expresó el productor.
El entrevistado sostuvo que el apoyo no llega a los campesinos, por ello hacen todo lo que está en sus manos para salir adelante y tener un ingreso que les brinde un respiro. Ante esto, refirió que debido a la pandemia las ventas registraron una disminución del 40 por ciento, ya que la Central de Abasto de la Ciudad de México fue cerrada por algunos días por los contagios que se detectaron.
El productor comentó que también se suma la pérdida en la producción, toda vez que el tiempo que no abrió las puertas el centro de abasto, se vio en la necesidad de tirar la cosecha. Indicó que al no contar con un seguro contra algún desastre natural o una contingencia sanitaria, quienes se dedican al campo tienen que pagar las consecuencias y asumir las afectaciones en sus cosechas.
“Aquí no tenemos seguro como en Estado Unidos que los campesinos tienen asegurada su cosecha, al gobierno no le importamos, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, dijo que nos iba a apoyar pero hasta el momento esto no ha sido real”, enfatizó el entrevistado.
Para finalizar, comentó que sus campos generaban más de 12 empleos, pero ahora se convirtió en un negocio familiar porque las ganancias no alcanzan para pagar salarios.
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