¿Extrañas a esa mascota que ya no está contigo? Desde penales femeniles en Ciudad de México y el Estado de México, tejedoras pueden recrear en estambre a tu mejor amigo peludo, gracias a un taller que ofrece a mujeres en reclusión no sólo una fuente de ingresos, sino una oportunidad de iniciar una nueva vida una vez que sean liberadas.
"Cuando recibí la primer quincena de La Cana, me emocionó porque me iba a alcanzar para mis gastos de la tienda y para mandarle a mi mamá y a mi hijo", cuenta Selene García, quien estuvo presa en el penal de Ecatepec.
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Los muñecos que elaboran las tejedoras de este penal, así como de los centros penitenciarios de Barrientos y Neza Sur, en el Edomex, y el de Santa Martha Acatitla, en la Ciudad de México, son distribuidos en tiendas La Cana, una empresa que trabaja, principalmente, con mujeres que están en prisión para que puedan obtener un ingreso y, al salir, puedan reintegrarse a la sociedad.
Luego de dos años y cuatro meses presa, Selene encontró en La Cana una oportunidad para seguir adelante.
"De lo que juntó mi mamá de lo que yo sacaba de Cana me compré ropa, porque ya no me quedaba mi ropa, y me la llevé así unas semanas en lo que encontraba trabajo", comenta.
Osiris Ríos, quien estuvo cuatro años en el penal de Barrientos antes de obtener el beneficio de salir con brazalete electrónico, encontró en el tejido una ayuda para pasar mejor sus días en prisión.
"Ya estás estresada de que no haces nada, entonces peleas, discutes, te pones de malas; entonces, es ahí donde entra como terapia ocupacional, empiezas a tejer y cuando vez ya se te pasó un día, dos, una semana, un mes, y así se me fueron los últimos dos años, pero porque me mantuve enfocada en el tejido", cuenta.
Quienes aún están en reclusión reciben de parte de La Cana el material para tejer una vez a la semana, y tienen siete días para entregar sus trabajos y que salgan a la venta.
Daniela Ancira, abogada y directora general de La Cana, explica que les hacen llegar "estambre, agujas, lo que se utilice; les decimos lo que tienen que hacer durante la semana y la siguiente semana entregan el producto y se les deja más trabajo".
La ganancia para las tejedoras, que pueden hacer casi cualquier figura con estambre, depende de las piezas que entreguen, "varía de producto a producto, pero es una tercera parte del precio de venta, lo demás se destina a los gastos administrativos y operativos y a continuar con la causa", precisa Ancira.
Casos como los de Selene y Osiris, que salen con ganas de cambiar sus vidas, hacen que valga la pena esta labor, dice la directora general de La Cana.
¿Cómo ayudar?
La Cana lanzó una extensa línea de perros tejidos y, tras su presentación, los pedidos personalizados comenzaron, así que si deseas tener a tu mejor amigo hecho de estambre, lo único que debes hacer entrar alacana.mx y enviarles la foto de tu mascota.