Familia vive viacrucis en CdMx por covid-19; durante 10 días pidió ayuda y nunca llegó

Esteban Mondragón es parte de una familia de seis integrantes, dos de los cuales murieron en casa por el coronavirus; aseguró que enviaron mensajes y realizaron llamadas a Locatel y al 911, pero nunca los ayudaron.

La familia de Mondragón contrató ambulancias particulares y pagar ocho mil pesos por el traslado. (Jorge Becerril)
Jorge Becerril
Ciudad de México /

La familia de Esteban Mondragón, que vive en la alcaldía Gustavo A. Madero de la Ciudad de México, estaba conformada por seis integrantes: sus dos abuelos, un tío, su madre, su hermana y él, quien estudia química en la UNAM, sin embargo, el coronavirus le arrebató a sus abuelos y después de un "viacrucis", lograron internar en un hospital a su mamá, quien actualmente se encuentra intubada.

“La ambulancia nos cobró ocho mil pesos, vinimos desde GAM, mi familia era de seis integrantes, pero a principios de enero se contagió mi abuelo y desde entonces fuimos contagiándonos uno a uno”, explicó.

Esteban recuerda que los primeros días de enero, una tarde llegó a su casa una de sus tías, quien fue a asear a su abuelo y cortarle el cabello, ya que él ya era grande y no podía moverse.

“Ella ya venía infectada, vino el jueves y el viernes ella ya se sintió mal. Presentaba los síntomas, entonces estuvimos preocupados por mis abuelos y nos preparamos lo mejor que pudimos, pensando en el peor de los casos que se hubiera infectado mi abuelo. A los cinco días, mi abuelo empieza con los síntomas y entre mi mamá, mi hermana y yo lo cuidamos, pero tres días después todos estábamos ya infectados”, explicó Esteban.

Los integrantes de esta familia comenzaron con temperatura, dolor de cabeza y muscular, enviaron mensajes, realizaron llamadas a Locatel y al 911, sin embargo, aseguran que nunca llegó la ayuda que solicitaron.

“Mis abuelos y mi mamá fueron los más graves, ellos pasaron los 12, 14 días y empezaron a presentar síntomas graves, tenían dificultad para respirar, tos y temperatura; esos días que estuvimos en contacto con todo el sistema de salud de la Ciudad de México, intentando encontrar información y la verdad es que está súper mal porque los números de emergencia no saben qué decirte, te dan números de folios y te contactan con doctores que nada más te dicen que esperes”, recuerda Esteban.

El joven asegura que, a pesar de que sus abuelos y su madre estaban mal, en todos los números a los que se comunicaron les decían que ellos necesitaban oxígeno o una ambulancia para ser trasladados a un hospital y les proporcionaban un folio. Sin embargo, la ayuda que desesperadamente pidieron por 10 días nunca llegó.

“Ya sea que necesites una ambulancia, oxígeno, ellos te van a decir sí vamos y al final no se aparecen; estoy hablando de literalmente 10 días contactándolos y nos decían sí ya va la ayuda, después de tres horas, nos contactaban nuevamente para ver si seguíamos necesitando la ambulancia y la gente se está muriendo en su casa”, denunció Esteban.

La familia de Mondragón tuvo que contratar ambulancias particulares, las cuales les cobraron 8 mil pesos por el traslado.

“Mis abuelos murieron por trabajo respiratorio, a ellos ya no se les quiso llevar a hospitales porque y seguramente los intubarían, ellos no lo iban a soportar, por eso lo hablamos en la familia y murieron”, explicó Esteban.

Esteban y su hermana, al ver que no pudieron conseguir ayuda con autoridades, solicitaron apoyo de una ambulancia particular, la cual trasladó a su madre dentro de una cápsula al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).

“No queremos que con nuestra madre pase lo mismo que con nuestros abuelos, no la podemos tener en casa porque está muy grave, tiene dificultad para respirar e intentamos hablar para que se nos dé información, pero nada”, agregó.
“Nos acaban de decir que está lleno y que no podían recibirla, pero que si queríamos podían hacerle una evaluación. Mi mamá no estaba para evaluaciones, ella ya estaba relativamente grave y nos dicen que no puede pasar ni la ambulancia ni la camilla y que ella tiene que pasar en una silla de ruedas y conectada con el oxígeno, ahorita como vieron las cámaras de TV ya la recibieron y la van a intubar”, explicó.

La familia de Esteban considera que la manera que se está tratando de informar a la población no es la adecuada y que mejor deberían decir que la ayuda no llegará para que ellos se movilicen y no esperen a que sus familiares agraven y mueran en sus casas.

“La enfermedad existe, no es ninguna gracia, la gente se está muriendo y la situación de los hospitales es deplorable, no hay capacidad en los hospitales, eso es cierto, únicamente es para decirte que te van a proporcionar la ayuda y jamás llega”, puntualizó el estudiante de química.

Esteban asegura que se siente cansado física y mentalmente, pues desde a principios de enero no ha dormido bien por cuidar de sus familiares y porque se contagió. Sin embargo, lo único que quiere es que su mamá se recupere, ya que asegura no soportaría la pérdida de otro miembro de su familia en tan poco tiempo.

AESC

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