La librería 'A través del espejo', otra víctima de la pandemia

Este martes cierra una historia de 25 años, la de la Librería A través del espejo, un espacio icónico para los primeros lectores, pero también para los cazadores de tesoros bibliográficos.

La pandemia terminó por darle el empujón final a una parte de la historia del libro en CDMX (Octavio Hoyos)
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

Selva Hernández ya es parte de la tercera generación de una familia de libreros de viejo en la Ciudad de México, siendo una de las más entrañables para ella una fundada por su mamá, sobre avenida Álvaro Obregón, en el ya lejano 1995.

Se trata de la Librería A través del espejo, que se encontraba en el centro histórico de Ciudad de México, en la calle de Palma, “y nosotros hemos vivido en la colonia Roma desde siempre, entonces ella quería mudarla cerca de su casa para no estarse trasladando y encontró el local, lo rentó y desde entonces existe la librería”.

Un espacio que sobrevivió a crisis económicas, a otro sismo grave, como el de 2017, a la falta de lectores, al crecimiento comercial en una zona como la colonia Roma, pero que no pudo con la pandemia y a partir de este martes cierra sus puertas de manera definitiva.

“La calle de Álvaro Obregón es una de las más bonitas de Ciudad de México y eso hace atractiva no nada más la librería, sino toda la colonia Roma. Además, es una librería, como todas las de viejo, que se construyen por la compra de librerías de gente que se muda o se traslada a otra ciudad o país; incluso, cada vez compramos más librerías de gente que quiere hacer espacio en sus casas”.

Selva Hernández, quien además de librera, se ha convertido en editora y en investigadora, reconoce que la pandemia vino a dar el golpe final a una situación compleja para la librería, que con el paso de los años se había convertido en una de las más buscadas lo mismo por estudiantes, que por investigadores o por cazadores de rareza bibliográficas.

“La contingencia sanitaria vino a acelerar el cierre. Nosotros teníamos contrato hasta octubre, sin embargo, el dueño ya quiere rentar su local y no pudimos pagarle dos rentas y aprovechó eso para pedirnos el local. Nos dijo que apenas se levantara la contingencia desocupáramos el lugar y me comprometí que apenas tuviéramos luz verde lo haríamos, pero para cerrar y eso es lo que estamos haciendo”.

Durante las dos últimas semanas, desde las nueve de la mañana había filas para entrar al local. (Octavio Hoyos)

Una formación intelectual

Las librerías contribuyen a cambiar el tejido social del lugar donde se instalan y eso sucedió con A través del espejo. Se convirtió en una parte de los rostros de la colonia Roma, “así como lo era la Bella Italia y con la gentrificación, muchos negocios de este tipo han tenido que cerrar”.

“Soy consciente de que nada es para siempre. Mi abuelita se murió 96 años y yo pensé que iba a vivir para siempre y para mí eso fue una sorpresa. Así me agarró por sorpresa el cierre, no pensé en cerrar la librería, pero llegan estas circunstancias y no podemos más que hacerles frente”.

Desde que en redes sociales dio a conocer el cierre de la librería y su gradual reapertura, regresaron los lectores. Desde antes de las nueve de la mañana, ya había jóvenes y adultos con bolsas en las manos para llevarse libros. A la entrada del local había algunos ejemplares que se dieron de obsequio, esos volaban, y sólo se podía ingresar en grupos pequeños, con protocolos como cubrebocas, gel y guantes.

“Son sentimientos encontrados: por un lado, estoy muy triste por el cierre, pero al mismo tiempo estoy muy contenta con la respuesta de la gente, muchos han venido a despedirse de la librería, porque ha formado parte de sus vidas, de sus bibliotecas y de su formación intelectual”.

Selva Hernández quiso mantener la tradición, pero por la contingencia ya fue imposible seguir. (Octavio Hoyos)

El negro panorama de las librerías independientes

De acuerdo con Claudia Bautista, presidenta de la Red de Librerías Independientes, un 20 por ciento de los puntos de venta que tenían en su lista, unas 10 librerías, ya habían notificado que les resultaría complicado volver a abrir.

“Algunos están pensando en transformarse en librerías virtuales, y lo que estoy viendo es que compañeros que contaban con cierta estabilidad ya no proyectan la reapertura de sus librerías, pero apenas es temprano para saber qué viene en nuestro caso”, reconoce la propietaria de la Librería Hyperion.

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