La zona arqueológica de Cholula abrió al público el Altar de los Cráneos Esculpidos, un área en la gran pirámide, donde se conservan los esqueletos de dos individuos, un hombre y una mujer, como parte de un entierro que fue descubierto hace casi un siglo.
Este espacio está cerrado de manera habitual; sin embargo, el sitio custodiado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), puede visitarse con motivo de las celebraciones de Todos Santos.
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En entrevista para MULTIMEDIOS Puebla, Sergio Suárez Cruz, arqueólogo del Centro INAH Puebla explicó que este vestigio fue descubierto entre los años 1935 y 1937, como parte de los trabajos arqueológicos realizados en la zona de la pirámide y redescubiertos en 1982.
“Esta estructura está asociada a restos de construcciones habitacionales que ahora están cubiertas para su protección. En 1982 las redescubrimos porque entre 1935 a 1937 se encontraron muchos entierros. Se descubrió el altar y se volvieron a tapar. En 1982 volvimos a descubrir las estructuras, las registramos y se cubrió con una capa de arena y sobre ella se sembró pasto para su conservación”.
Estos trabajos de conservación permiten a los visitantes observar a través de una vitrina transparente los dos esqueletos en posición flexionada con elementos que fueron colocados como ofrendas asociadas a su género. Por ejemplo, los objetos de la mujer eran dos comales, un malacate de barro, dos agujas y un alfiler de cobre con filigrana en su cabeza para el cabello, entre otros; mientras, al hombre le colocaron puntas de flecha de obsidiana y numerosas vasijas explicó el especialista.
Por el estilo de los elementos ofrendados, arqueólogos del INAH suponen que la tumba debió construirse entre los siglos X y XII, mientras que, por el tipo de objetos hallados, se cree que la mujer pudo pertenecer a la elite, y el hombre a la clase guerrera.
“Hay dos teorías principales. Una de ellas es que el altar fue hecho para estos esqueletos o para estos individuos que fueron enterrados ahí. La otra es que estos individuos fueron sacrificados y depositados en honor al altar, las dos pueden funcionar porque no tenemos referencia escritas”, comentó Zaid Lagunas Rodríguez, investigador emérito del INAH.
Con relación al simbolismo de la ofrenda, se tiene la teoría de que el altar es una oblación dedicada a Tláloc, dios de la lluvia, y a las montañas sagradas, agregó el investigador.
Costumbres funerarias
Como parte de una iniciativa desde 1992 y la conmemoración de Día de Muertos, trabajadores de la zona arqueológica de Cholula colocan flores de cempasúchil, semillas secas en cajetes de barro, chile y amaranto, como parte de la ofrenda al altar de los cráneos.
El investigador emérito del INAH comentó que recorrer este sitio representa la oportunidad de conocer los sistemas antiguos de enterramientos en la zona.
Durante el conversatorio “Costumbres funerarias en la Cholula prehispánica”, que se llevó a cabo en el auditorio del Museo Regional de Cholula, los investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia consideraron posible que puedan encontrarse más entierros en esta zona.
El ingreso al altar de los cráneos se realiza de manera controlada y sin costo al público tanto este 31 de octubre, así como el 1 y de 2 de noviembre a partir de las 10:00 a 17:00 horas.
AAC