Si tienes más de 40 años, una de las principales recomendaciones en temas de salud es el comenzar con las revisiones periódicas con el urólogo, el especialista encargado de prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades del aparato urinario y genital.
Una de las principales enfermedades que suelen detectarse durante la visita a estos especialistas es la hiperplasia prostática benigna, que en algún momento de la vida prácticamente todos los hombres presentarán; ya que se considera como parte del proceso de envejecimiento fisiológico.
De acuerdo con el urólogo, Aníbal Tavera Sánchez, esta enfermedad puede entenderse como el crecimiento de la próstata, que es una pequeña glándula que ayuda a producir el semen y que se ubica por debajo de la vejiga.
“La hiperplasia benigna la vamos a presentar todos los hombres a partir de los 50 años, unos más, unos menos; pero todos vamos a presentarla”.
¿Cuáles son los síntomas?
Entre los principales síntomas, explicó el especialista, se encuentran el presentar problemas urinarios, es decir, que se tenga la necesidad de orinar constantemente, que se puje para poder hacerlo, que el chorro sea disminuido, que durante las noches se presente la necesidad de orinar de manera frecuente o que se tenga una orina por pausas.
¿De qué consta el tratamiento?
Para el tratamiento de esta enfermedad se realizan cirugías desobstructivas y los síntomas desaparecen por completo, siempre y cuando el paciente tenga una buena condición y la vejiga no presente alteraciones; sin embargo, si se trata de manera tardía, la eficacia va disminuyendo.
El especialista explicó que las condiciones genéticas son las que principalmente determinan la presencia de esta condición y se ha observado que se presenta en hombres cada vez más jóvenes, menores de 45 años, cuando anteriormente se presentaba después de los 50 años.
Esto tiene que ver con el estilo de vida, la alimentación, así como el consumo de alimentos ultra procesados y la vida sedentaria.
Recomendaciones
Finalmente recomendó acudir a consulta urológica una vez al año, a partir de los 40 años, no solo para prevenir esta enfermedad, también para la detección oportuna de cáncer de próstata o testicular, enfermedades de la próstata, infecciones de transmisión sexual, infecciones en vías urinarias, entre otras.
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