Durante la pandemia del covid-19, el Instituto de Investigaciones en Comportamiento Alimentario y Nutrición (IINCAN), del Centro Universitario del Sur (CUSur), se dio a la tarea de conocer si la ansiedad influyó en los hábitos alimenticios de las personas, aplicando una serie de encuestas virtuales a más de mil personas de México, Colombia y Chile.
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Los encuestas revelaron que en estudiantes universitarios se identificaron niveles altos de consumo excesivo de alimentos en ausencia de hambre y como respuesta a emociones negativas que sienten en el momento.
En participantes mujeres refirieron una tendencia a restringirse ciertos alimentos por temor a subir de peso, pero cuando esto ocurre llega un punto en que se desinhiben y terminan comiendo de más; y esto con el tiempo podría convertirse, en un trastorno de la conducta alimentaria, explicó Tania Martínez Rodríguez, autora del estudio.
"Independientemente del tipo de actividad, el solo hecho de realizarla hacia que se disminuyera esa percepción de ansiedad y también esa sobre alimentación e ingesta emocional, es una estrategia muy efectiva que se la recomiendo, también recordar que la comida no es la mejor alternativa para manejar la ansiedad, pero si sentimos que esta situación quizá nos está sobrepasando y no podemos manejarla", detalló.
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Para combatir la ansiedad y hacerle frente a la situación global de la pandemia, se debe hacer ejercicio; aseguran los especialistas que quienes realizan alguna actividad física tienen una probabilidad del 50 por ciento menor a padecer ansiedad.
"Es muy importante buscar asesoría profesional de psicología y de profesionales de nutrición, que nos puedan orientar cómo controlar esta parte de cómo realmente comer y no utilizar los alimentos para esta parte de las emociones negativas", finalizó.
MC