“Me tengo que olvidar de comer": Comerciantes en medio de la pandemia

Locatarios de rodantes, concesionarios de transporte público y familias de músicos, se manifestaron en Tampico por la falta de empleo.

Manifestación en sur de Tamaulipas | Archivo
Jesús García
Tampico /

La desesperación de los comerciantes de giros no esenciales por no tener ingresos en medio de la pandemia los ha llevado a tomar decisiones desesperadas como bloquear la avenida Hidalgo, pero también el hambre, al haber personas que desde hace cuatro meses de contingencia no pueden hacer sus tres comidas del día.

Este viernes, poco después de las 11 de la mañana más de doscientos comerciantes de Tampico, Ciudad Madero y Altamira bloquearon la avenida Hidalgo, una de las principales arterias de la ciudad, como una forma de exigir que los dejen trabajar en sitios turísticos como playa Miramar y la posibilidad de abrir sus locales establecidos.

Entre pancartas, consignas y un intenso calor, el caminar lento de César Cuanalo Caballero, un vendedor de raspas de 68 años, se sumó a la movilización porque quiere que la playa de Ciudad Madero se abra, que dejen pasar a los paseantes con la finalidad de poder vender ya que en la pandemia hay veces que no gana ni un peso.

Lastimado de sus dos rodillas y apoyado de su bastón, el hombre de la tercera edad y persona vulnerable al contagio del covid-19, cuenta que la pandemia ha sido dura para muchos adultos mayores, “porque a pesar de que hay personas que nos ayudan, a veces tenemos que olvidar comer los tres días”.

Comerciantes se manifiestan en Tampico | Cortesía

“A veces no tenemos memoria, se nos debe olvidar comer”, insiste el trabajador de playa, quien debe conseguir mil 200 pesos para comprar cuatro parches que le ayuden a minimizar el dolor en sus rodillas, lo cual antes de la pandemia conseguía mediante su trabajo, porque vive completamente solo.

“Mi hijo, la única persona que me ayudaba, murió en 2013”

Mientras estaba el bloqueo de los dos carriles de la avenida Hidalgo que duró casi dos horas, entre elementos de Tránsito y Policías Estatales, una mujer de estatura baja, gritaba más de lo normal, con su voz aguda exigía una oportunidad de trabajar y la apertura de la playa, que es uno de los principales destinos turísticos el Noreste.

Eunice Santiago Loaiza, es una comerciante de frituras de 75 años de edad, se mueve de un lado a otro entre la avenida bloqueada y exige una respuesta de la Coepris, la dependencia que les debe dar la autorización de vender o no, además de verificar y sanciones a los negocios que no respeten las medidas sanitarias.


“Estoy aquí porque me mantengo sola, soy responsable de mí misma porque mi hijo, la única persona que tenía y que me ayudaba murió en el 2013, por eso tengo que salir adelante y trabajar para comer, porque nadie ha hecho nada por mí”, expuso mientras sostenía su cartel.
Comerciantes cierran Av. Hidalgo en Tampico

La necesidad es mucha, “al no permitir la venta en la playa no tengo dinero y tengo que salir a la calle a vender, hay gente que me compra mis frituras para ayudarme”, contó la manifestante de la tercera edad, quien recordó los 200 o 300 pesos que se llevaba al día en el máximo paseo turístico antes de la pandemia.

“Que nos dejen tocar en eventos de 10 a 15 personas”

Además de comerciantes de playa, del Centro de Tampico, locatarios de rodantes, locatarios de los mercados y concesionarios de transporte público, participó en la protesta la representación de 400 familias de músicos de la zona sur del estado, quienes tienen problemas para llevar comida a sus hogares.

El regreso de los eventos sociales están considerados en las últimas fases de la contingencia, por lo cual Ernesto Pérez Rul, representante de la sección 124 del Sindicato de Músicos de la CROC, quiere que ya les den la oportunidad de trabajar en pequeños eventos.

Comerciantes se manifiestan en Tampico
“Nosotros queremos que la Coepris nos deje participar en eventos pequeños de 10 o 15 personas”, expuso de forma desesperada, incluso con grupos musicales reducidos con la intención de que comience a fluir el efectivo a las familias.

“Los mariachis se componen de nueve integrantes, pues nos adaptamos con cuatro y así con los diversos grupos, además de cuidar la sana distancia y los lineamientos de higiene”, refirió el representante sindical.

Son 400 familias que dependen de los eventos sociales como músicos, tecladistas, bailarinas, mariachis, payasos y personas responsables de los equipos, que desgraciadamente se han quedado sin empleo.

Al final, tras casi dos horas de protesta, de gritos, consignas y bloqueos, salió de la oficina el titular de la Coepris en la zona Luis Gerardo Moncada a avisarles la resolución de la autoridad en Ciudad Victoria: “No se permitió abrir (a los giros no esenciales), el martes, les tendremos una respuesta”.


gins

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