Como cada día –de lunes a viernes–, Alicia instaló su mesita con dulces y chicharrones afuera de dos planteles escolares, pero hoy sus ventas estuvieron más bajas que de costumbre, debido a que pocos padres decidieron enviar a sus hijos a la escuela en medio de la pandemia por Covid-19.
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“No hay nada de venta, está muerto. Ya muchos niños estuvieron llevándolos sus papas de la escuela, porque según tienen tos o gripa y ya; y que si siguen malos que ya no vengan, así les dijeron a las mamás en la escuela”, lamentó la mujer.
Alicia coloca su puesto en un punto frente una primaria privada y una secundaria pública, ubicadas en la colonia Espartaco al sur de la Ciudad de México; desde ahí pudo percibir que la ausencia fue marcada el día de hoy, así que espera menos clientela para los próximos días.
“Dejó de venir un 70, 60 por ciento, más los que se llevaron en el día que tenían tos o una gripita, pues esos ya no van a venir mañana, ya va a haber menos venta. Y pues no hay trabajo, no hay dinero, no hay ventas, nada”, expresó la vendedora.
Junto a Alicia se encuentra Beatriz, quien vende comida y cuyas ventas también bajaron drásticamente.
“Ya en la una escuela particular no hubo clases y en la secundaria estuvieron con los filtros, traían sus hojas y se quedaron muy pocos niños”, dijo Beatriz.
Aunque el aislamiento de la población no ha comenzado formalmente ya es evidente que la actividad en esta zona escolar cayó. Pero ella no está preparada económicamente para enfrentarla, así que hoy tuvo que salir a trabajar para conseguir algo de dinero.
“Muy mal porque no hay venta, con qué invierte uno, es de lo que uno vive a diario. De lo poquito que me queda extra de ganancia voy comprando arroz, frijoles, atunes, galletas, cosas enlatadas y pues ya el fin de semana compraré pollo o carne para congelar, pero ahora no voy a tener para invertir, para nada, vamos a estar muy mal”, sentenció.
tm