Coronavirus afecta sistema inmune por facilidad de replicarse: investigación

"Las proteínas no estructurales son las responsables de que el virus pueda replicarse en los organismos a los que ingresa".

Presentación del análisis “Prueba PCR, la más precisa para detectar Covid-19”. (Jaime Zambrano)
Jaime Zambrano
Puebla /

El virus SARS-CoV-2 que produce la enfermedad del covid-19 cuenta con proteínas no estructurales que son las responsables de que pueda replicarse en los organismos a los que ingresan y afectar de forma seria el sistema inmune del ser humano.

De acuerdo con el análisis “Prueba PCR, la más precisa para detectar Covid-19”, realizado por la investigadora de la Universidad Iberoamericana Puebla, Silvia Mariela Montilla Fonseca, explicó que el SARS-CoV-2 puede llegar hasta los pulmones de la persona por una proteína que se conoce como “S”.

“Las proteínas no estructurales son las responsables de que el virus pueda replicarse en los organismos a los que ingresan. La proteína S se une a receptores de las células pulmonares humanas. Cuando el virus reconoce esta puerta de entrada, sufre un cambio conformacional que deriva en la liberación de ARN en el citoplasma. Esto desencadena la producción de proteínas necesarias para que el virus se replique y se ensamble”, apuntó la investigadora.

Montilla Fonseca explicó que el SARS-CoV-2 es original de los murciélagos, al igual que otros dos coronavirus; y se les llama así porque, bajo la microscopía electrónica, las proteínas de tipo S les otorgan una apariencia similar a las coronas.

“Siempre hay un animal intermediario que hace que el virus cambie para que pueda infectar a los humanos”, apuntó.

El covid-19, al ser una enfermedad pulmonar, la mejor muestra para análisis posible es a través de pruebas nasofaríngeas y orofaríngeas, ya que permiten que las células permanezcan viables para su cultivo y análisis.

“Cuando se tiene la muestra, se purifica y aísla el material genético viral a través de diferentes métodos. La prueba autorizada para detectar al virus es la de reacción en cadena de la polimerasa, conocida como PCR, la cual revela si la muestra tiene genomas de SARS-CoV-2, pero no indica si tiene una reacción activa. No es lo mismo decir que una persona tiene una infección activa a que tiene genoma de SARS-CoV-2”, explicó.

Respecto a las llamadas pruebas rápidas, la especialista destaca que miden la respuesta inmune y la producción de anticuerpos, con ellos, se conoce si la persona fue infectada en el pasado, pero no indica si en ese momento se tiene el SARS-CoV-2.

“La PCR te indica si tienes la enfermedad al momento de hacerte la prueba. . La sintomatología es el reflejo de nuestro sistema inmune luchando contra el virus. Cuando el virus se rompe, este deja de ser infectivo, pero el ARN viral sigue presente en nuestro organismo”, destacó.

En su análisis, la investigadora recordó que la pandemia que inició en Wuhan, China, con 27 casos de neumonía presentados el 30 de diciembre del 2019; y las personas afectadas estaban relacionadas con la asistencia a un mercado de mariscos; el 7 de enero fueron aisladas y tres días después ya se conocía la secuencia de genomas; y tras el desarrollo de los diseños de pruebas moleculares, el 12 de enero se le llamó 2019-nCoV debido a que se trataba de un nuevo coronavirus.

“El 13 de enero, las mismas neumonías atípicas se manifestaron en Tailandia, el primer territorio fuera de China. A la semana siguiente se confirmó que la enfermedad podía transmitirse entre personas, lo cual eliminaba la posibilidad de que el contagio fuera exclusivamente por el consumo de animales; y el 12 de febrero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) renombró el virus a Sars-CoV-2, causante del síndrome respiratorio agudo severo; la enfermedad fue nombrada covid-19. El 11 de marzo, se declaró pandemia debido a que la enfermedad se había esparcido por más de 200 países”, explicó.

Agregó que el SARS-CoV-2 no es el primer coronavirus que se conoce y tampoco el primero que afecta a los seres humanos, otros casos similares son el SARS-CoV que surgió en 2002 y que también surgió en China, y el MERS-CoV de 2012, el cual se gestó en Arabia Saudita. 

“No obstante, los contagios y defunciones por ambas enfermedades fueron mucho menores que las cifras de la covid-19”.

mpl

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