"Creo que mi hermano contagió de covid-19 a mi mamá": familiar de paciente en La Raza

Durante toda la pandemia, desde marzo, Laura Zavaleta, madre de Aldo Martínez, se había cuidado del covid-19, se confinó y sus familiares no la dejaban salir por nada a la calle.

Nueve meses estuvo así porque a sus 54 años padece de hipertensión arterial. (Juan Carlos Bautista)
Rafael Montes
Ciudad de México /

Durante toda la pandemia, desde marzo, Laura Zavaleta, madre de Aldo Martínez, se había cuidado del covid-19, se confinó y sus familiares no la dejaban salir por nada a la calle.

Nueve meses estuvo así porque a sus 54 años padece de hipertensión arterial, hasta que unos días antes de la Navidad, un descuido, un relajamiento en las medidas, cambió su vida.

Uno de sus hijos acudió a visitarla a su casa. Él tenía tos desde hacía días. En ese momento no lo sabía, pero esa tos era covid-19. El joven murió súbitamente el 30 de diciembre. Y su mamá comenzó a sentirse mal el 31 de ese mes.

“Empezó mi mamá con las complicaciones el día 31 con calentura y entonces, ya la estuvimos atendiendo en casa, con algunos tés, lo que la gente nos ha dicho, y ya el día de ayer compramos un oxímetro y empezó a oxigenar muy poco, a 87, y empezó a bajar”, platica Aldo Martínez, mientras espera frente a la puerta del triage del Hospital de Infectología de La Raza a que le den informes del estado de salud de su mamá.
“Fuimos al doctor y el doctor nos recomendó que la trajéramos a un hospital”, dice.

Desde el pueblo de Santa Fe, en la alcaldía Álvaro Obregón, se trasladaron de inmediato, sin consultar si había o no disponibilidad, al hospital de La Raza. Dos familiares ya habían librado el covid ahí y por eso, la señora y su hijo tuvieron confianza en que sería atendida bien.

Cuando se le pregunta a Aldo si hubo algún momento en que su madre haya podido contagiarse, lo confiesa: seguramente fue esa visita de su hermano.

“Creo que sí, creo que mi hermano ya... una semana antes del 24, nos visitó, me imagino que ya él era portador y no lo sabía, yo creo que esa fue la causa porque mi mamá estuvo todo el tiempo de la pandemia resguardada, precisamente por lo de la presión no la dejábamos hacer nada”, admite.
“Él ya se veía con un cuadro de tos y yo creo de ahí provino todo esto”, reitera.

Ahora, sólo espera en que su mamá pueda librar la batalla, en caso de que se confirme que está contagiada de covid-19.

“Es una situación muy complicada… ya tuve la pérdida de mi hermano, él murió por covid; estamos muy asustados, estamos muy espantados por la situación de mi mamá”, añade entre el nerviosismo de no saber lo que le vayan a decir al abrir esa puerta nuevamente.

Afuera de ese hospital, decenas de personas esperan noticias de sus familiares, la mayoría, infectadas con el virus SARS-COV-2 apenas, en los últimos días, en los días de las fiestas decembrinas.

Cerca de ahí, en el pueblo de San Juan de Aragón, una ambulancia llegó justo al mediodía al Hospital General de Zona 29, del IMSS, con José González, Pepe, de 43 años, a bordo.

El vehículo era de la Cruz Roja de Metepec, en el Estado de México.

“Viene desde Metepec, desde Toluca, porque allá en ningún hospital lo quisieron atender”, explica Jonathan González, sobrino de Pepe, quien viene a hacerle compañía al resto de la familia.

-No podía respirar bien.

-¿Cuánto marcaba el oxímetro?

-Estaba como en 30, estaba muy baja su oxigenación-, dice.

El oxígeno en la ambulancia lo ayudó a resistir el viaje de más de dos horas.

La esposa de Pepe también venía en esa ambulancia, menos grave, pero también con dificultad para respirar.

“Tiene unos días que empezaron a sentirse mal, de gripa, pero apenas mal, mal, se empezaron a sentir ayer, que fue cuando les empezó a faltar el aire; empezaron a ver una forma de ir a un hospital, pero por la oxigenación tan baja que presentaba, en ningún hospital lo querían aceptar, ya los daban por perdidos”, agrega el joven Jonathan.

Debido a que la mamá de Pepe también está internada en ese hospital del IMSS fue que decidieron venir desde Toluca a intentar ingresar allí al hombre de 43 años.

Por fortuna, logró ser recibido en esa unidad médica, una de las más grandes de la zona y, a decir de un médico del área de Urgencias, la única que en la alcaldía Gustavo A. Madero se mantiene como hospital híbrido, es decir, que además de recibir a pacientes con sospecha de covid también recibe a pacientes con cualquier otro tipo de urgencia. Lo cual, complica y carga más de trabajo a los médicos allá adentro.

ledz

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