Ante crisis, madres adolescentes trabajan limpiando camarón en Tampico

La crisis sanitaria ha orillado a jovencitas a conseguir empleo como despicadoras en diversas empresas de la colonia Morelos, ante la falta de oportunidades y la necesidad de mantener a sus familias.

Menores que trabajan en el despicadero ganan a la semana ente 70 y 75 pesos. (Juan Alberto García)
Jesús Alberto García
Tampico /

La crisis sanitaria ha orillado a jovencitas a conseguir empleo como despicadoras en diversas empresas de la colonia Morelos, ante la falta de oportunidades y la necesidad de mantener económicamente a sus familias.

Es el mes de diciembre y “la necesidad de las familias va en aumento, pero más cuando tienes 13, 15 o 17 años y un bebé depende de ti, por eso se debe de encontrar trabajo”, aseguró Aureliana Núñez de Piña, líder de las despicadoras.

"Se han detectado 200 menores (mujeres y hombres) que para mantener a sus hijos pequeños andan despicando camarón en las diversas empresas, porque aquí en la Morelos a los 13, 15 o 16 años ya son mamás”, mencionó.

En las empresas que se encuentran en esa colonia de Tampico, que es una de las más populares del puerto, viven de esta actividad más de 2 mil 500 personas desde los 13 años hasta los 75 años, siempre y cuando tengan fuerza para trabajar.

Pero no solamente las jovencitas que son madres prematuramente optan por laborar ahí, también lo hacen los adolescentes que buscan ayudar a sus familias en medio de la crisis por el nuevo coronavirus.


“Hay quienes se quedaron sin empleo o en este periodo del coronavirus han tenido más problemas en llevar el sustento a sus casas, por eso comenzaron a trabajar más”, recalcó Núñez de Piña.

Explicó la representante de las despicadoras de la Morelos que anteriormente “no se aceptaban menores de edad porque los empresarios no lo permitían, pero ahora con todos los problemas que han pasado se les ha dado la oportunidad”.

Mencionó que una jovencita de 15 años recientemente fue canalizada al DIF, trabajaba como despicadora de camarón y debido a que fue madre a corta edad se le consiguió un respaldo extra con las autoridades municipales.

La labor de una despicadora es ardua, porque ellos reciben seis pesos por cada kilo de camarón que logren despicar, así que en un día pueden llevarse entre 70 y 75 pesos, “no alcanzan los 100 pesos, viven al día”.

Tras la llegada de los barcos camaroneros hay trabajo; sin embargo, la continuidad de las 2 mil 500 mujeres que se dedican a esta actividad está en riesgo, porque los empresarios planean hacer un paro de barcos debido al nulo apoyo de la federación.

ledz

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