La pintura que muestra día a día la capital de Hidalgo debería cambiar debido al aumento de contagios y resultados positivos del virus SARS-COV-2, sin embargo no lo hace, se mantiene una circulación de personas muy grande en las calles del primer cuadro de la ciudad, pero pocos de ellos parecen salir de sus hogares para comprar artículos de primera necesidad.
El camuflaje ha sido una nueva adaptación del pachuqueño en la época del covid-19, ha evolucionado para seguir trabajando sin advertir a las autoridades que su comercio no es de primera necesidad; adaptables, así son los de la Bella Airosa, pues basta con mantener la cortina de fierro abajo pero con una señal para atraer a los consumidores, "estamos adentro en servicio, mande mensaje para atenderlo", dice una cartulina acompañada por un número telefónico.
Otra forma es recurrir a un disfraz de venta de caretas y cubrebocas para mantener abierto su negocio y seguir ofertando artículos que no son de primera necesidad o prioritarios como ha dicho el gobierno federal, mimetización de una nueva estrategia para sobrellevar la contingencia sanitaria; finalmente la presencia de una nueva especie que abarrota las calles, los vendedores de cubrebocas, en cada esquina se puede encontrar una tribu de estos personajes, tres o cuatro personas que emiten su mensaje "llévele, llévele, cubrebocas de a 10 pesos", son de tela, inservibles ante el virus SARS-COV-2, pero incluso hay de equipos de futbol y marcas prestigiadas como Adidas, ¿cómo no consumir este producto que ahora sí es una moda más que una prevención?
Las personas caminan, algunos sin tomar medidas de sanidad y la llamada sana distancia, pues constantemente se tiene esa sensación de contacto con otros al circular por las banquetas o esperar que el semáforo se ponga en verde para caminar con tranquilidad a la otra acera, muy pocos toman en serio la pandemia e incluso comen de una bolsa de pescuezos de pollo robotizado compartiendo con la familia sin lavar sus manos.
Algunos otros se toman un descanso y saludan a los rayos del sol en las bancas de las plazas públicas como son: Independencia, Constitución y Juárez, pues la caminata es larga aunque no cargan víveres, pero salir a las calles siempre es cansado, por lo que requieren de un espacio para descansar las piernas, ningún elemento de la policía vigila el cerco que ahí permanece, una cinta amarilla o roja no es autoridad suficiente para impedir que pasen a hacer uso de estos espacios.
La gente camina, algunos parecen llevar prisa, la nueva normalidad de Pachuca no debería estar presente, pues no hay condiciones de garantizar la salud de todos, eso dicen las autoridades. El semáforo está en rojo pero siempre hay algunos ventajosos que si no ven que circule un auto se avientan a pasar para llegar primero; ése es el reflejo de la nueva normalidad de la Bella Airosa, lo quieran o no ya está aquí, incluso se puede pensar que nunca se fue o solo espero para mostrarse más al mundo, pero aquí ha estado siempre, detrás de un cubrebocas, de una careta o de una cortina de hierro que solo simula que "todo está bien".
La gente camina por las calles, circula en su vehículo y no parece pasar nada, mientras algunos buscan cruzar el semáforo antes de tiempo, otros esperan pacientes a que cambie la luz para circular de manera segura y sin riegos, pero también en una esquina se ve una pareja, joven, no tienen cuidados de la sana distancia, de hecho parecen estar unidos, como si tuvieran cuatro brazos, solo cubren sus bocas con la del otro, beso le llaman, algo que debería estar prohibido en la contingencia sanitaria, sin embargo ahí están intercambiando fluidos en público, caricias, "si van a estar 'fajando' deberían quedarse en su casa o irse a un hotel", dice un vendedor de cubrebocas a otro, "sí pero pues igual se van a salir porque es más barata la calle ¿o no?", responde, "además no están haciendo nada malo", remata mientras sigue su camino para vender su producto.
La pintura de la Bella Airosa no cambia, el semáforo sigue en rojo pero la distracción de esa pareja ha cobrado un par de víctimas y perdieron su oportunidad de pasar cuando cambió a verde, tendrán que esperar más tiempo para retomar su camino, pero Pachuca seguirá activo con las nuevas modalidades y especies de sus habitantes que ha dejado el llamado "coronavirus".