De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para 2030 la población crecerá 40 por ciento, lo cual demandará más servicios de salud, educación, carreteras, energía, drenaje y agua potable, por lo que las autoridades de todos los gobiernos deben estar preparadas. En el Estado de México la apuesta ha sido mantener la infraestructura existente en los mejores estándares de calidad.
Durante el Foro "Camino a la Descarbonización Industrial 2022", a cargo del Clúster Automotriz del Estado de México; el director general del programa Hidráulico de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), Raúl Chaparro, señaló que hay que cuidar lo que tenemos y explorar nuevas fuentes de abastecimiento alternas que incluyan la recarga de acuíferos y el análisis de la escasez derivada de la demanda. "Debemos fortalecer los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), tener claro a dónde vamos y dar respuesta a la población".
Al participar en el panel "Recursos naturales en los procesos productivos para la industria: Objetivos del Desarrollo Sostenible", apuntó que los gobiernos federal y estatal tienen bien identificado lo que tienen que hacer, pues hay muchos estudios y proyectos, pero lo importante es llevarlos a la realidad con el apoyo de los municipios, las organizar civiles y la población en general porque el problema de la escasez es de todos.
Resaltó que la infraestructura tiene más de 40 y 50 años y su vida útil prácticamente está llegando a su fin, lo que requiere mayores recursos financieros pasa invertir; sin embargo, la formula está expuesta al afrontar los retos. "El gobierno mexiquense tiene una comunicación constante con la federación y los gobiernos operadores o los municipios para dar seguimiento a las plantas de tratamiento, por ejemplo, pero se abandonan y rehabilitarlas sale más caro que construir una nueva".
La naturaleza nos está pasando la factura
Al referirse a la crisis del agua que este año vivieron algunos estados del norte del país, Alfredo Murillo, vicepresidente nacional de la Comisión Ejecutiva en la Unión Mexicana de Asociaciones de Ingenieros, indicó que la naturaleza nos está pasando la factura y hay empresas, altamente demandantes de agua, empañadas en instalarse en zonas donde el vital líquido es muy escaso. "Hay que empezar a cambiar la tendencia, pues el país tiene 2 por ciento de territorio desértico y la mayoría es de árido y semiárido, solo en el sur-sureste hay humedad".
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), dijo, con 20 por ciento del volumen total nacional podrían atenderse todas las necesidades actuales y potenciales del país, solo que el líquido no está a la altura de lo que la demanda. La cantidad es suficiente y es constante, sin embargo, el problema es su calidad y es ahí donde entra la industria.
"Prácticamente en el país hay 4 mil 600 plantas de tratamiento de aguas residuales, 50 por ciento a cargo de las que vienen de los municipios, el resto es de uso industrial que se encarga de los residuos altamente contaminantes".
A la fecha, mencionó, existe la infraestructura con la capacidad instalada para reciclar el líquido, pero en general las plantas no están operando como se debe pese a las grandes inversiones que se han hecho. "La ley establece un permiso para descargar aguas residuales, las cuales tienen ciertas condiciones de calidad que se deben cumplir para no dañar los cuerpos de agua abajo".
Reestablecer el ciclo hídrico
Por su parte, Eduardo Hinojosa, coordinador del Agua e Infraestructura Verde en el programa de Ciudades Verdes de WRI México, indicó que la crisis del agua no es responsabilidad de una administración actual, es una complicación que se ha ido acumulando y tiene mucho tiempo.
"Hoy hay medidas emergentes que se aplican en estos estados, pero se deberían aplicar en todo el país. No se trata solo de cómo hacemos mal uso del recurso sino de como reestablecemos el ciclo ecológico, recuperamos los ecosistemas y seguiremos recargando las cuencas para seguir teniendo agua".
Personalmente, enfatizó, se debe reducir el uso cotidiano del recurso, el gobierno federal debe poner mucha atención y los municipios deben manejarla mejor, pues tienen mucha responsabilidad en su contaminación y calidad, es decir, usar sus agua de mejor calidad para procesos que a veces no necesitan.
"El gobierno federal tiene la capacidad general para dictar lineamientos para todos los ayuntamientos, tienen que coordinarse los tres órdenes, pero como ciudadanos tenemos muchos rollos que jugar: estar más consientes, cuidar mejor y la forma en qué demandamos, pues a la fecha 70 por ciento del agua que se consumo es para uso agrícola y 13 por ciento para la industria nacional".
MMCF