En la región centro del país, que comprende Puebla, la Ciudad de México, Hidalgo, México, Morelos y Tlaxcala, se registra un nivel de deforestación equivalente a ocho mil 656 hectáreas por año.
Al mismo tiempo, la Sierra Norte de Puebla se coloca como un punto rojo ante la deforestación, situación que se presenta por una combinación de factores como la tala ilegal, la falta de vigilancia y las malas prácticas de la industria forestal.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Monitoreo Forestal (SNMF) de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), en el país, en promedio, por año, se pierden 208 mil 850 hectáreas de áreas verdes por año, es decir, se presenta la pérdida permanente de la vegetación forestal por causas inducidas o naturales.
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Las principales causas de la pérdida de ecosistemas forestales se presentan en 74 por ciento por el cambio de tierras forestales a praderas, en 21 por ciento por el paso de tierras forestales a tierras agrícolas, en dos por ciento por asentamientos humanos, en dos por ciento por cambio a diferentes tipos de tierra y en un uno por ciento por el paso a humedales.
Fernando Silva Triste, encargado de despacho de los asuntos competencia de la oficina de representación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en el estado de Puebla, destacó que en la zona de la Sierra Norte se presenta la mayor cantidad de permisos para la industria forestal; sin embargo, al mismo tiempo, es la zona más deforestada.
“Lo tenemos en muchos lados, aquí en el centro del estado lo tenemos, por supuesto; en la zona de la Malinche, en la zona del Izta-Popo; pero está concentrado, esencialmente, en el norte del estado y, ahí, también, está la tala ilegal. Metodológicamente, lo que nosotros hicimos fue decir, recordarán por eso, la acotación inicial que yo hacía sobre la tala ilegal y las malas prácticas”, apuntó.
Durante la conferencia “Plan Forestal del estado de Puebla” en la Universidad Iberoamericana Puebla, Silva Triste lamentó que en medio de la deforestación se detectó que, en la industria forestal, a pesar de que el Reglamento existente, diferentes centros forestales operan en la ilegalidad.
“Los centros no integrados, algunos de ubicaron dentro o adyacente a las instalaciones en los centros primarios. Esta coyuntura es aprovechada por unos centros para mover producto sin reembarque forestal, lo cual, es una práctica de lavado de madera”, resaltó.
Ante el problema, Silva Triste destacó que los entes federales en materia ambiental integraron un plan forestal a desarrollarse en Puebla, el cual incluye atender la pérdida de cobertura forestal en el estado y el reforzamiento de la estrategia para atender la tala ilegal, cuyo diagnóstico se pone a consideración de la mesa de seguridad estatal y una nacional.
Refirió que los sectores de medio ambiente también revisan las autorizaciones de aprovechamientos maderables, sanidad forestal, la problemática del Río Atoyac, los aprovechamientos de agaves, y buscarán firmar convenios para el manejo del fuego y el intercambio de información para la atención de áreas naturales protegidas estatales y federales
AAC