Un centenar de personas tomaron las calles de Guadalajara para exigir el regreso con vida de Miguel Alberto Lozano Cuéllar, un joven ingeniero electrónico especializado en la instalación de sistemas de videovigilancia, fue secuestrado por hombres armados el viernes 20 de enero cuando acudió a una cita de trabajo a las afueras del Área Metropolitana de Guadalajara. Dos de sus empleados fueron golpeados con tablas y liberados después.
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Con lonas, bocinas y fotografías, iniciaron su recorrido alrededor de las 9:30 horas sobre López Mateos en sentido sur a norte; sin embargo, conforme se aproximaban a su destino final, Casa Jalisco, los gritos subían de tono. Una vez afuera de la residencia del gobernador, expresaron la petición colectiva de justicia y respuestas, pues aseguran que Titi, como le decían de cariño, es un hombre de bien.
Gabriel, hermano del joven, se ha convertido en una especie de vocero de todos aquellos familiares y amigos que exigen que Miguel Alberto regrese con vida: “Mi hermano es un padre de familia. Tiene dos niños, una niña de 3 años y un niño recién nacido. Tiene su esposa y su mamá. Es egresado del Tecnológico de Zapopan, es ingeniero en electrónica. Tiene 32 años, y tiene unos 7 u 8 años con su negocio e instalación”.
La familia narra que recibió una llamada de un supuesto cliente, quien lo citó al día siguiente cerca del club deportivo de la Universidad de Guadalajara, en la zona del Bosque La Primavera, para realizar una cotización.
Acudió a la cita el viernes pasado, junto con otros dos trabajadores. Momentos después, sujetos con armas de fuego llegaron al sitio a bordo de dos vehículos, los amenazaron y obligaron a subir a los automóviles, y se los llevaron.
“A él lo subieron a un carro y a los otros en otro, se los llevaron a un cerrito o algo así, por La Primavera, los golpearon y le pusieron una tabliza en la espalda, pero los dejaron en libertad; les comentaron que en media hora se levantaran y ellos como pudieron se fueron de la zona donde estaban”, cuenta el hermano de Miguel Alberto.
Tras el secuestro, se alertó a las autoridades, pero hasta ayer seguían sin noticias del ingeniero. Los manifestantes fueron atendidos por personal del gobierno estatal, que les prometió atención en la Fiscalía del Estado.
En un comunicado, la dependencia estatal aseguró que, a través de la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas, se investiga la desaparición de Miguel Alberto. Precisa que como parte de las acciones se han realizado labores de búsqueda en la metrópoli, en las que han participado agentes de la Policía de Investigación.
MC/SRN