Madres sin motivos para festejar 10 de mayo; les falta uno en su familia

Este 10 de mayo, Día de las Madres, 12 mil 105 mujeres no tienen nada que festejar. En su casa, aún les falta un integrante de su familia para estar completos.

Martha Patricia Romero, madre de Joshua Israel Ángel Ramírez
Josefina Ruiz
Guadalajara /

Con tan solo 15 años de edad, Joshua Israel Ángel Ramírez desapareció junto con su primo el pasado 14 de abril del 2021 en la colonia las Juntitas en San Pedro Tlaquepaque.

Lo último que supo su madre es que ambos abordaron un vehículo ejecutivo. El destino lo desconoce.

Este 10 de mayo, Día de las Madres, 12 mil 105 mujeres no tienen nada que festejar. En su casa, aún les falta un integrante de su familia para estar completos.

“Eso no se lo deseo a nadie. No sé si está bien, si duerme, si come, si realmente está vivo o no. Es algo que te mata como mamá, te mueres. Caminas y andas en la calle porque tienes que hacerlo, comes porque tienes que comer, pero la realidad es que te mueres en vida”, dijo Martha Patricia Romero, mamá de Joshua Israel Ángel Ramírez.

En total, Martha Patricia es madre de cuatro hijos, Joshua ocupa el tercer lugar y es el único varón. Previo al Día de las Madres su regalo para ella misma fue incorporarse a un colectivo de búsqueda para personas desaparecidas.

“Apenas es mi primera vez que vengo y ya me informaron, pero es la primera vez que me acerco aquí. Una compañera me dijo que en el Facebook publicaron que habría una marcha y ella me invito y vine aquí”, comentó Martha.

Mencionó que nunca imaginó que viviría un capítulo tan amargo como el que afronta ahora. Los últimos días se ha dedicado a recorrer las calles de la ciudad para buscar a su hijo.

Casi siempre lleva puesta una playera con la imagen y el nombre de él. Pega imágenes y fichas informativas en las avenidas principales esperando que alguien se comunique y le diga dónde está Joshua.

Este domingo acudió a la Glorieta de los Niños Héroes para colocar una lona grande con la imagen de su hijo y de su primo en la parte frontal de la glorieta.

“Mi papá siempre fue albañil y para él era su ilusión convertirse en uno. Me decía: Ma, ya estoy aprendiendo a enjarrar y ese era su motivo de seguir con lo que le enseño su abuelo y es bien trabajador. Él era muy responsable y yo le decía que no trabajara tanto que estaba bien chico y él me decía que le gustaba trabajar”, platicó Martha.

Para Martha Patricia y otras madres, el 10 de mayo se convirtió en una fecha de indignación, de dolor y de rabia, pero también de lucha y de protesta.


JMH

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