La falta de apoyo gubernamental ha llevado a las despicadoras de camarón a recolectar jobitos para venderlos, lavar ropa ajena, tamales y vender productos diversos por Facebook, todo para conseguir recursos para los útiles escolares de sus hijos.
Aureliana Núñez, líder de las despicadoras de la colonia Morelos, indicó que hay 300 despicadoras que no han recibido apoyos, pero también hay algunas libres que nunca han recibido ningún beneficio, por ende la cifra supera las mil.
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En temporada de jobito, una fruta típica de la región, las mujeres salen a venderla para que la población pueda hacer agua o lo que considere, pero también se ven en la necesidad de acudir a los rodantes de la zona a ofertar mercancía variada.
Hacen tamales, lavan ropa ajena, utilizan las redes sociales para vender productos, todo lo necesario para poder cumplir con la lista de útiles escolares de sus hijos.
“Mis compañeras encuentran la manera de salir adelante ante la falta de ese recurso que es una obligación del gobierno del estado, hace hasta lo imposible, la mayoría de las trabajadores son jefas de familia, así que tienen que salir adelante por sus medios", apuntó Aureliana.
El siguiente paso será poder buscar al gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya para que pueda apoyar a la mano de obra de un sector productivo que genera miles de empleos en el sur del estado.
Todo se complica porque los empresarios del ramo en Tampico, que conforman la flota camaronera más grande del Golfo de México, también han tenido dificultades, al no recibir recursos enfocados a llevar a cabo la pesca de camarón.
Durante la pandemia, los empresarios y los pescadores llevaron a cabo manifestaciones, el bloqueo de calles y avenidas principales de Tampico, el objetivo era la exigencia de respaldo al sector.
El diesel antes del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, en el caso de los empresarios enfocados a la pesca del crustáceo, tenía un subsidio que ahora no se tiene y se pretende recuperar.
SJHN