Mi hija me da las fuerzas para seguir adelante: especialista en urgencias médicas

Historia de mamá en tiempos de coronavirus

Desde hace unas semanas Mónica Mendoza Esparza atiende a pacientes con covid-19 en el Hospital Gabriel Mancera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por lo que no convive tanto con su hija de dos años.

Mi hija me da las fuerzas para seguir adelante: especialista en urgencias médicas
Karina Palacios
Ciudad de México /

Ni el coronavirus ni la profesión, pudieron separar a la médico especialista en urgencias médicas, Mónica Mendoza, de su familia. Hoy descansó y tuvo la dicha de celebrar el Día de las Madres con su hija Regina.

Relata que desde que falleció su mamá, este día era como cualquier otro pero “cuando Regina llegó al mundo, la vida se nos iluminó y por eso, disfruto cada minuto la dicha de ser madre y de tener a una niña tan maravillosa a mi lado”.

“Mi niña es mi luz, es mi mayor tesoro, tengo todo mi celular lleno de fotos de ella, en el trabajo cada que puedo miro sus fotos y siempre me da fuerzas para seguir adelante”, señala.

La maternidad, dice, ha cambiado completamente su modo de ver la vida y sus tomas decisiones, pues ahora Regina es su prioridad y si ella está bien, la urgencióloga también.

“Celebro su vida todos los días, nosotros somos muy familiares, somos de reunirnos pero por esta situación tenemos que estar guardados en casa. Con todo lo que está sucediendo, a veces te dan ganas de renunciar pero te acuerdas por qué escogiste esta profesión y la familia siempre te motiva para seguir adelante” afirma.

Desde hace unas semanas atiende a pacientes con covid-19 en el Hospital Gabriel Mancera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), lo que ha provocado que tome las medidas de seguridad necesarias para evitar contagiar a su familia.

Considera que la pandemia por covid-19 es un tema desconocido, al que la sociedad se tiene que adaptar y verlo de manera positiva, principalmente, disfrutando a la familia, que estando juntos y sanos.

“No necesariamente tienes que renunciar a tu vida laboral. Ha sido un poco difícil, porque por su seguridad no puedo convivir mucho con Regina, y también no pienso tanto en contagiarme yo sino contagiarla a ella, eso es lo que más miedo me da, ser portadora asintomática.

Yo solo la veo los fines de semana o a veces dos días entre semana, siguiendo las medidas de higiene y desinfección”, detalla.

Mendoza Esparza apuntó que el coronavirus ha puesto a prueba la vocación de los médicos, el respeto a la vida y la paciencia de los pacientes y de sus familiares, a quienes envió un mensaje.

“Mucho ánimo, mucha fe, como siempre digo un día vivido es un día ganado, ya falta poco para volver a estar juntos y volvernos a abrazar, vamos a tener paciencia, que esto ya va a terminar”, puntualizó.

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